Emplear preferentemente baguette del día anterior. Cortarla en rodajas finas. Ponerlas en un bol junto con el ajo picado, revolver para que se impregnen con el aroma y reservar. Calentar el aceite y la manteca en una sartén. Dorar el pan cuidando que no se queme. Retirarlo con espumadera y escurrirlo sobre papel absorbente. Aparte, lavar y secar la lechuga. Descartar las hojas menos tiernas y disponer las restantes, enteras, sobre una fuente. A último momento esparcir sobre la lechuga el pan y algunos granos de pimienta. Espolvorear con el queso y llevar a la mesa. Aliño: Poner todos los ingredientes juntos en un bol y batir hasta lograr una textura cremosa y homogénea. O si se prefiere hacer una mayonesa liviana con las yemas y el aceite y agregar después los sabores. Presentar en salsera, para que cada uno se sirva a gusto. Para beber: esta ensalada clásica puede acompañarse con un vino malbec.