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El ABC del cepaje
Tipo de uvas TINTAS
Cabernet Sauvignon: Originario
de Bordeaux, es una de las variedades más
exitosamente cultivadas en todo el mundo. De perfil
recio y compacto, aromas complejos, se destaca en
Salta, Río Negro, con especial presencia
en Mendoza. Produce un vino rico en taninos y coloreado
que se mezcla frecuentemente con otras variedades
menos tánicas como Merlot o Cabernet Franc.
Malbec: Hoy, uno de los
vinos argentinos más emblemáticos.
Es otro cepaje originario del sudoeste francés,
utilizado en su día para teñir, considerado
entonces como uva menor. En nuestra tierra logró
hallar clima y suelo ideales, y brindó primorosos
vinos de buen color y cuerpo, de formidable vigor.
Presente en todas las regiones vinícolas
argentinas, con particular relevancia en Luján
de Cuyo (Mendoza).
Merlot: Es la segunda
cepa tradicional y en importancia de los grandes
vinos de Bordeaux. De aromas lozanos y frutales
y de cuerpo elegante; esta uva asociada con la Cabernet
Sauvignon en disímiles proporciones, según
la región, logra una gran estimación
en guarda, como los clásicos vinos de Pomerol
y Saint-Emilion.
Muy utilizado para cortes con otros vinos más
robustos. Como varietal, da un vino de evolución
rápida, tiene excelente cultivo en Río
Negro.
Syrah: Su origen se mantiene
aún en discusión, aunque se cree que
proviene de Siracusa, Sicilia, pero otros sostienen
que procede de Shiraz, en la antigua Persia. Esta
uva fue llevada al valle del Ródano por obra
de los cruzados y forma parte de los grandes vinos
de corte como L´Hermitage, Châteauneuf
du Pape o Côte-Rôtie. Actualmente, en
expansión mundial por su calidad, coloración
roja intensa, hondos aromas y sabor tenaz. En nuestro
país, goza de resultados óptimos,
especialmente en la provincia de San Juan.
Pinot Noir: Juzgada como
la cepa tinta por excelencia de los vinos de la
Bourgogne, es a la vez, una de las tres uvas permitidas
para la elaboración del champagne, (se vinifica
como vino blanco, prensando la pulpa para que no
se tiña con el color de su delgada piel).
Se desarrolla únicamente en climas fríos
y en la Argentina logra mejores ejemplos en el Alto
Valle de Río Negro. Produce vinos ligeros
y de color poco intenso, con aromas frutales y florales.
Sangiovese: Esta uva
es la base del popular Chianti, una variedad proveniente
de la Toscana (Italia). Hace ya mucho tiempo que
se cultiva en nuestro país y hace poco se
utiliza como varietal para la exportación,
o como componente de cortes. Es característico
su tono violáceo y su sabor frutado y floral.
Bonarda: Procede del Piamonte, muy presente en la
elaboración de vinos de calidad, con notables
condiciones para equilibrar vinos de corte. Muy
extendida en los viñedos argentinos.
Tempranillo: De procedencia española, la
Argentina es hoy el segundo país con mayor
superficie plantada con esta cepa. Ha sido utilizado
para vinos comunes aunque recién en los últimos
años fue considerada para elaborar vinos
de alta gama. Se procesa para tintos intensos, para
la crianza en roble americano nuevo, al estilo de
los Riojas españoles.
Petit Verdot: Quizá
pueda decirse que es la más exótica
de las uvas del Médoc, Burdeos, donde sólo
madura satisfactoriamente en las añadas más
calurosas. Sin embargo, en nuestro viñedos
también ha prosperado con éxito, si
bien no es muy extendida su presencia, salvo en
bodegas muy exquisitas que logran interesantes resultados.
De aromas minerales secos, de taninos maduros y
agradables, y de buen cuerpo.
Anímese a acompañar
algún varietal tinto con esta Receta de Autor:
Tarta
de chocolate y caramelo, del chef Santiago Panelo,
RESTAURANT TOLOMEO, Villa La Angostura.
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