Panes: Pan lácteo blanco: Descortezar las rebanadas y orearlas para facilitar el armado de los sándwiches. Conviene dejarlas unas horas sobre una rejilla, tapadas con un repasador. Darlas vuelta a mitad del tiempo para que no se arqueen. Pan negro: el más adecuado es el de consistencia firme. Cortarlo en tajadas rectangulares. Para untar: Emplear manteca, mayonesa, o queso blanco con sal, pimienta, pasta de anchoas, mostaza o hierbas frescas finamente picadas. Para coronar: Rodajas de tomate, orégano seco desmenuzado, un poco de sal y aros de cebolla. Jamón crudo, bastoncitos de apio salpimentados y rodajitas de banana. Antes de cortar el apio en bastoncitos conviene pelar los tallos con el pelapapas, para eliminar los hilos. Sardinas sin espinas y cebolla dorada en una mezcla de manteca y aceite salpimentada. Carne de pollo asada, almendras fileteadas y salteadas, mitades de duraznos en almíbar o de damascos al natural, sal y pimienta. Queso crema aderezado a gusto y aceitunas negras descarozadas. Para gratinar Cubrir cualquiera de los sándwiches con un queso de máquina y dejar unos minutos dentro del horno caliente y apagado. El sandwich quedará tibio y el queso apenas derretido.