El título no pretende inducir a error. Simplemente reconoce que la variedad chenin es, entre las blancas, lo que la malbec entre las tintas. Su calidad, la extensión de sus cultivos y su rendimiento equiparan conceptualmente estas dos cepas en el panorama argentino.
Con la chenin, como con la syrah y la lambrusco hubo equivocos de larga data. Durante mucho tiempo se la conoció como pinot blanca, una variedad que existe en el país y cuya apelación correcta es pineau de la loire. La confusión debió de originarse en una cuestión idiomática, pues en francés pinot y pinau se pronuncian de la misma manera " pinó".
La pinau de la loire, constitutiva hoy de algunos vinos varietales, es originaria de las zonas francesas de Anjou y la touraine y muy apreciada. La chenin, en opinión de muchos expertos del país y del exterior, se da muy bien en la Argentina, especialmente en Mendoza, aunque tambien afinca, con diferentes características, en Salta. En Cafayate tiene tal enjundia que se asemeja a la clásica torontes de la región.
La chenin puede producir exelentes varietales en Coquimbito, Tupungato y Cruz de Piedra, pero muy frecuentemente es utilizada para reforzar cortes con la cahrdonay y las assemblages de algunos champañas que buscan una personalidad fresca pero coon un paladar chispeante y acusado.
Los expertos sostienen que la chenin logra su momento mas propicio apenas termina la vinificación, de allí que se la utilice para elaborar los que en Alemania se conocen como Heurigen Wein, que son los vinos del año. En nuestro país una bodega lanzó, por dos años consecutivos, vinos bajo esa denominación germana, pero luego los discontinuó, ignoramos por que motivo. Sin enbargo, la tendencia actual es beber los vinos blancos a menos de un año de elaboración, para que no pierdan vivacidad. Conviene resaltar que la mayor proporción de nuestros vinos blancos de precio acomodado y algunos de precio medio parten de la variedad del chenin, que se corta con ugni blanc, Pedro Ximene, Chardonnay, Sauvigñon y otras, según el posicionamiento del producto final elegidos por los elaboradores.
Recordemos quer existen aproximadamente cuatro mil hectáreas plantadas con chenin en el país y que esa cifra tiende a crecer.