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La realización
de deportes y una alimentación saludable
ayudan a activar los genes que rechaza el cáncer
y evitar el crecimiento de los tumores, reveló
un estudio científico. La investigación
fue hecha por especialistas del Instituto de Medicina
Preventiva en Sausalito, California. Estudiaron
un grupo de pacientes con una variante no muy peligrosa
de cáncer de próstata. Los investigadores
notaron que tres meses después del cambio
en la forma de vida, se activaron los genes que
rechazan el cáncer y frenaron a los que producen
tumores. Se les indicó a los pacientes que
cambiaran la forma de vida que en promedio comenzaron
a hacer más de 3,6 horas semanales de deporte,
4,5 horas de entrenamiento antiestrés y comer
más saludable. Como resultado, perdieron
peso, bajó la presión arterial y otros
factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los especialistas comprobaron que con esas acciones,
cambiaron la actividad de más de 500 genes
en el tejido prostático, 48 de los cuales
aumentaron la actividad, mientras que 453 la redujeron.
(Télam)
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