BUSCAR       RIO NEGRO    WEB     
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Martes 26 de Diciembre de 2006
 
Edicion impresa pag. 30 y 31 > Sociedad
OPINIÓN: No importa la vida de nadie

"El otro no interesa. El otro no es un sujeto a cuidar; al contrario, es alguien que debe cuidarse de mí.

El otro es olvidado y está olvidado. Aún algo peor: está desaparecido".

Así empieza el psicólogo social Alfredo Moffat su reflexión al analizar el aumento de la cantidad de conductores ebrios en las rutas del país, que en el mayoría de los casos causan tragedias.

"El que dispara primero gana. Esta es la premisa que rige nuestra vida cotidiana actualmente. Manejar ebrio, sin importar las posibles consecuencias, es uno de los resultados de esta idea que impregnó todo".

La desvalorización de la vida, entonces, es un subproducto de la soledad urbana -tan individualista, patética y lamentable- acota Moffat.

"¿El aumento del consumo de alcohol? Es una fácil salida al profundo nivel de angustia que la mayoría de los argentinos vive. Es un alivio peligroso: es una especie de mecanismo de negación de la realidad por un lado y de obtención de placer inmediato por otro. Obviamente este alivio se paga carísimo (cuando no lo pago "el otro" con su vida"). El alcohol es una especie de terapia que es peor que la enfermedad".

Moffat también repara en el entorno del ebrio que no lo detiene cuando sale a manejar. "Cómo el amigo o el familiar le va a prohibir si los argentinos vemos bien la transgresión. Otro dato: se piensa a menudo que el que usa el cinturón de seguridad es un miedoso; el que no lo usa es canchero".

Finalmente, Moffat dice: "Vivimos un parate existencial donde desafiamos a la muerte. O algo peor: jugamos con ella. No nos une Eros sino Tánato. Falta cariño y sobra violencia". Todo esto con un agravante: la corrupción. "Porque en Inglaterra, por caso, quien es detectado manejando ebrio se le quita el carnet de conducir de por vida. Acá nada. Todo queda reducido al nivel de conciencia de cada uno. Y está visto que por la cantidad de muertes que están provocando los conductores ebrios, el nivel de conciencia es escaso o nulo".

 

ALFREDO MOFFAT (*)

(*) Psicólogo social

 
notas relacionadas
La percepción se altera
En otros países
17 veces más riesgo de chocar fatalmente
Beber en exceso, una costumbre en aumento
DEBATE: "Asesinos al volante"
nota principal
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006