En una carta leída por su esposa, Lucía Hiriart, ante simpatizantes de la dictadura que encabezó durante 16 años, se declaró inimputable al sostener que "si al cabo de treinta años, quienes provocaron el caos y el enfrentamiento se han renovado y reinsertado en un Estado de derecho, no cabe reclamar castigo para quienes evitaron que se extendiera y profundizara". | |