BELFAST.- El ejército desactivó ayer entre seis y ocho artefactos en la sede de la Asamblea de Irlanda del Norte, en Belfast, poco después de que el ataque de un paramilitar protestante interrumpiese una sesión parlamentaria crucial para el plan de paz, según la policía.
Los jefes de los principales partidos protestante y católico tuvieron, con todo, tiempo suficiente para designar a su candidato respectivo para dirigir el futuro gobierno regional, que debe constituirse antes del 26 de marzo. Sin embargo, el discurso del dirigente del pequeño partido intercomunitario Alianza, David Ford, fue interrumpido por la alarma anti-incendios del edificio, que fue rápidamente evacuado.
Un ex líder paramilitar protestante, Michael Stone, acababa de entrar en el vestíbulo de la Asamblea con un arma y un artefacto incendiario, resuelto a detener el proceso mediante la violencia. Stone fue reducido por el equipo de seguridad y expulsado fuera del edificio, donde fue detenido.
El ex líder paramilitar es responsable de varios espectaculares atentados y de media docena de muertes de católicos durante el conflicto norirlandés, aunque ahora se beneficiaba de una amnistía. La justicia lo considera un criminal arrepentido. Después, el ejército tuvo que desactivar entre seis y ocho artefactos descubiertos en el castillo de Stormont, la sede de la Asamblea. "Su potencial para matar, destruir o herir está siendo evaluado. Son de fabricación más bien casera, lo que no les hace menos peligrosos", declaró el responsable de la policía de Irlanda del Norte, sir Hugh Orde. (AFP)