PARíS.- Francia se sacudió ayer después de conocer los detalles de cómo un policía mató de un disparo a un hincha del Paris-Saint Germain e hirió a otro en un incidente con tintes racistas después del partido que enfrentó al club francés y al Hapoel Tel Aviv de Israel la noche del jueves por la Copa de la UEFA.

El policía, que es negro y estaba vestido de civil, acudió en ayuda de un hincha del Hapoel y de pronto se encontró rodeado por un grupo hostil de unos 150 jóvenes en una calle cerca del estadio del Parque de los Príncipes.

El fiscal de París, Jean-Claude Marin, agregó que el grupo había perseguido al seguidor israelí, de 23 años, haciendo el saludo nazi y al grito de "Le Pen presidente", en referencia al líder de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen.

Según el periodista del diario "L'Express" Philippe Broussard, que presenció la escena, el policía fue insultado por los hinchas con gritos de "sucio negro" y "rojo, blanco y azul, Francia para los franceses". El policía sacó entonces un spray de gas lacrimógeno y disparó dos veces su arma. Uno de los disparos mató a un hombre de 24 años, y el otro hirió a otro de 26, que fue trasladado a un hospital en condición crítica.

Broussard aseguró que antes del incidente vio "varios cientos de aficionados del París-Saint Germain, la mayoría muy jóvenes, buscando aquí y alla gente a la que atacar, hinchas del otro equipo". El policía fue perseguido por el resto de jóvenes y se refugió en un establecimiento de la cadena de restaurantes McDonald's. El portavoz del sindicato de policía, Luc Poignant, aseguró en la radio que el agente no tuvo otra alternativa que disparar. "Fue un caso de legítima defensa", afirmó.

El incidente originó tal conmoción que provocó la reacción del gobierno. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, aseguró que se trató de "un caso dramático", y reveló que antes de hacer los disparos el policía recibió dos puñetazos y fue derribado.