Peligró el protagonismo que por estas horas tiene la Cumbre del Mercosur que se desarrolla en Córdoba.
El legendario Fidel Castro, el cachetudo Hugo Chávez y el hombre del suéter, Evo Morales, a punto estuvieron de bajar de cartelera debido a la involuntaria proeza que protagonizó Marcos Godoy, 25 años, albañil. El martes se cayó de un noveno piso mientras trabajaba por un puñado de pesos que recuerdan al personaje de Yves Montand en una película en blanco y negro: "El salario del miedo".
Por supuesto, Marcos se lastimó. Pero quedó tan vivito y coleando que, una vez en el suelo, se sintió obligado a redoblar su apuesta a favor de la resistencia de la especie. Porque cuando varias personas lo rodearon para ver cómo se moría, Ley de la Gravedad mediante, Marcos acomodó músculos y huesos. Y viendo que entre quienes lo miraban había un fumador, le pidió:
¡Negro, dame una pitada!
Ayer fue entrevistado en términos de "special case" hasta por periodistas de Corea del Sur llegados a Córdoba para cubrir la Cumbre. Y en tren de ironía, entre los más de 500 enviados de medios llegados a esta ciudad serpenteó una versión: Marcos sería invitado por Fidel, Chávez y Evo a participar del acto de esta noche. Y ahí, dar fe de su lucha contra la dura "roca imperialista".
Córdoba, linda como siempre, se asocia a la cumbre con sol pleno y calor que según los memoriosos es atípico para esta época del año. Ciudad sin agobiantes medidas de seguridad en relación con la Cumbre.
Ciudad que amaneció ayer empapelada por una izquierda y movimientos sociales que desde muy temprano comenzaron a trajinar calles y avenidas a ritmo de batucada. Carteles de definido discurso machista en algunos casos, como el desplegado por el Movimiento Barrios de Pie. Tiene estampada una consigna ajena a toda duda: "Otra América está en marcha". Luego muestra las testas de Evo Morales, Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Tabaré Vázquez, Lula y Fidel. Pero cero para Michelle Bachelet. No aparece.
Por estas horas en las calles de Córdoba no hay que quedarse quieto... A todo lo que está quieto le pegan un cartel dice una voz muy personal y seductora por una FM a la que está conectado el taxista que trae al periodista desde Río Ceballos. Un semáforo detiene la marcha. Un grupo de pibes empapelan la caja de un camión con "Chávez es Perón, puro corazón". Y el general y el venezolano sonríen a pleno pulmón. Sólo faltan los dientes del denominado Zorzal Criollo. "Entonces estamos listos", hubiera dicho Borges.
Todo esto pasa porque se sacó el servicio militar obligatorio, sino estos pibes serían más disciplinados dice el joven taxista y la reflexión produce un revoltijo en el sistema cardíaco del periodista.
¡Si viera cómo está el barrio militar, lo triste que está la Escuela de Aviación Militar! ¡Claro, a los militares no les dan plata. Mi papá me contaba...!
El semáforo libera el tránsito y ayuda a no escuchar más gansadas.
A las 17, la ágil avenida Colón trepida. Converge la izquierda y muchas otras emociones sueltas. Familias humildes. Llega el Partido Obrero y aparecen variantes que aspiran a revoluciones varias. "Contrapiso", línea interna de Arquitectura, irrumpe con más bochinche que integrantes.
En la intersección de Mariano Frageiro y Colón, de una camioneta bajan un caballo de hierro y papel maché. Intentaron que fuera blanco, pero les salió dorado. Aparece un hombre alto, canoso, uniforme sanmartiniano bien logrado. El caballo tiene ruedas. Está quieto y con un acopladito atado en su cola. De ahí cuelga una cartulina con la Orden General al Ejército de Los Andes que firmó San Martín el 27 de julio de 1819. Esa que en un tramo dice que, si no hay bayeta para hacer los uniformes, "pelearemos en pelotas como nuestros hermanos los indios". Del interior del caballo surge "Canción con todos".
El general y su caballo de utilería van en busca de las marchas.
Cae la noche sobre Córdoba. El mambo sigue.
Y la Córdoba permanente mira desde las aceras. Córdoba cargada de historia... la de los jesuitas, la de Trejo, la de Liniers en aquel año 10. Córdoba que nunca fue definidamente unitaria, pero tampoco rosista; Córdoba que enojaba a Sarmiento y la de la Liga de Gobernadores; la de Deodoro Roca y la Reforma; la de Amadeo Sabattini, la del peronismo que aquí nunca pudo ser "peronismo total"; Córdoba de la Libertadora, la de Zanichelli e Illia; la de Sitrac/Sitram. Córdoba de la represión y la de la democracia. ¡La Córdoba de "Hortensia"! ¿O acaso Marcos Godoy no es un personaje de "Hortensia"?
Córdoba que esta noche escuchará a Fidel Castro hablar de libertades que el no concede en su propia arena.
En fin, Córdoba eterna y apasionante de siempre, donde hoy a la noche la Cumbre ya será más historia.
CARLOS TORRENGO
(Enviado especial)