Comenzó ayer la XXX Cumbre del Mercosur que está cruzada por dos hechos principales: las diferencias que surgieron en los últimos entre los integrantes del bloque y la presencia del polémico líder cubano Fidel Castro.
En la cena de bienvenida a los mandatarios, el presidente Kirchner afirmó que el Mercosur debe estar orientado a alcanzar un "desarrollo sustentable y equitativo" para todos sus miembros y advirtió que ese avance requiere "enfrentar y resolver las diferencias" entre los socios.
Kirchner defendió el Mercosur como "la plataforma básica de inserción en el mundo" de los países miembros, que debe avanzar en "la profundización y perfeccionamiento, para hacerlo más eficiente, participativo, integral y útil para todos los ciudadanos de los países que lo conforman".
"Estoy convencido de que, si se quiere avanzar en la integración regional, es necesario enfrentar y resolver diferencias para convertirlas en una agenda común", abogó el jefe de Estado argentino, anfitrión de la trigésima cumbre de presidentes de los países del Mercosur y asociados.
En el imponente Palacio Ferreira de la ciudad de Córdoba, donde se realizó la cena para agasajar a los mandatarios que visitan el país, Kirchner abordó uno de los puntos que dominó las declaraciones en las deliberaciones previas a la cumbre de jefes de Estado: las asimetrías con los países chicos del bloque.
En ese sentido, planteó la necesidad de avanzar en un Mercosur "cada vez más orientado al desarrollo sustentable y equitativo de todos sus integrantes y socios", y destacó que a la par de celebrar los avances se debe "incrementar la integración regional". "Sabemos que no han podido concretarse en el mundo historias exitosas de integración regional que no hayan sido resultado de un proceso complejo, largo y sinuoso. Las tensiones, las divergencias, son inherentes a la necesidad de articular intereses locales, nacionales, regionales y globales, con diferencias estructurales entre las partes", planteó.
Cabe mencionar que la región está marcada por una serie de conflictos que los presidentes abordarán hoy en reuniones de carácter bilateral.
En el caso de Argentina, tiene roces con sus "vecinos" Uruguay y Chile, por la construcción de dos papeleras en Fray Bentos, en el primer caso, y por el aumento del precio del gas que compran los chilenos a la Argentina, en el segundo.
Kirchner planteó anoche su convencimiento de que "si se quiere avanzar en la integración regional, es necesario enfrentar y resolver diferencias para convertirlas en una agenda común".
Más temprano, la llegada de Castro a Córdoba fue la más destacada. Vestido con su tradicional uniforme militar, fue el último en arribar al aeropuerto de la capital provincial en medio de un gran dispositivo de seguridad. La presencia del presidente cubano había despertado gran expectativa y, fiel a su estilo, el gobierno de la isla confirmó el viaje a la Argentina a último momento. (DyN/Télam/DPA)