VIH

La relación cada vez más estrecha entre el VIH//SIDA y la discapacidad es un problema que va cobrando importancia y causa de preocupación, cada vez más las personas que viven con el VIH también corren riesgo de contraer una discapacidad permanente o episódica como consecuencia de su estado de salud y las personas con discapacidad corren más riesgo de verse expuestas al VIH. Como todo el mundo, las personas con discapacidad necesitan información sobre el VIH/SIDA y acceso a programas, servicios y recursos.

En la mayoría de los países, la situación de las personas con discapacidad se ve agravada por las barreras sociales, que impiden su plena y efectiva participación en la sociedad, entre otras cosas en lo relativo al acceso a la educación.

A pesar de la relación cada vez más estrecha entre el VIH//SIDA y la discapacidad, todavía no se ha prestado suficiente atención a las personas con discapacidad en las respuestas nacionales al VIH y al SIDA. Además, por lo general no se atienden sus necesidades específicas en los programas existentes de prevención y tratamiento del VIH y de atención y apoyo a los infectados por el virus al dar por supuesto que no son activas sexualmente o que no tienen otros comportamientos que les hagan correr riesgos, como el consumo de drogas.
Los prestatarios de servicios de salud sexual y reproductiva pueden carecer de conocimientos sobre los problemas de la discapacidad, o adoptar actitudes basadas en informaciones erróneas o estigmatizadoras hacia las personas con discapacidad.

Los servicios que se prestan en los dispensarios, los hospitales y otros lugares pueden ser físicamente inaccesibles, carecer de profesionales que conozcan el lenguaje de signos o no facilitar información en modalidades alternativas, por ejemplo en braille, oralmente o en lenguaje no técnico. En los sitios en que el acceso a los medicamentos está limitado, tal vez se considere que no tiene prioridad el tratamiento de las personas con discapacidad.

Las mujeres, niños y niñas con discapacidad, personas que padecen deficiencias intelectuales y las recluidas en instituciones especializadas son especialmente vulnerables a agresiones o abusos sexuales. En todo el mundo, los niños y niñas con discapacidad constituyen un porcentaje elevado que no cursan estudios, lo cual los excluye de la educación sexual y reproductiva vital que se imparte a menudo en los centros escolares.

Los bajos índices de alfabetización y la inexistencia de información sobre prevención del VIH e Infecciones de transmisión sexual en modalidades accesibles, como la escritura braille, hacen que a las personas con discapacidad les sea dificilísimo adquirir los conocimientos que necesitan para protegerse y no infectarse.

Rara vez se reconoce a las personas con discapacidad como colectivo al que se debe incluir en la respuesta nacional al VIH/SIDA. Integrar sus necesidades específicas es un componente esencial para mitigar el empeoramiento de su estado de salud.
La incomprensión y el no dar información esencial a las personas con discapacidad acerca del VIH/SIDA aumentan su marginación.

En la labor relativa a los problemas del VIH/SIDA en todos los planos, local, nacional, regional y mundial, se deben tener en cuenta los derechos y las necesidades de las personas con discapacidad, mediante la concepción adecuada de las leyes, las estructuras de financiación, las políticas y los programas.

Los profesionales y promotores de la lucha contra el VIH/SIDA podemos ayudar a establecer un diálogo con y en la comunidad de personas con discapacidad para fomentar un debate más abierto sobre las cuestiones relativas al VIH/SIDA.

La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad constituye un marco normativo mundial para promover la igualdad de derechos a la salud de las personas con discapacidad, comprendida la salud sexual y reproductiva, en pie de igualdad con las personas sin discapacidad, y posibilita políticas para aplicar los programas sobre el SIDA a las personas con discapacidad y programas para combatir el estigma, la discriminación y demás obstáculos que deben afrontar las personas que viven con el VIH/SIDA, algunos países han adoptado leyes contra la discriminación y otras medidas que abarcan explícitamente la discriminación fundada en el VIH/SIDA.

Fuente: El Faro digital

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