Por Claudio Morgado
Presidente del INADI
El desconocimiento en la Argentina acerca del TGD es tan grande que no hay suficientes profesionales capacitados ni instituciones adecuadas que sepan tratar este trastorno. Es por ello que el INADI decidió emprender una serie de acciones concretas.
En la Argentina aún no son reconocidos plenamente los derechos de las personas con TGD, enfermedad que en el imaginario social se encuentra muy distorsionada. En el INADI venimos trabajando sistemáticamente en esa dirección, que es la del reconocimiento del otro, la del cuestionamiento de los prejuicios y la del avance de los derechos civiles.
El TGD o espectro autista, como se prefiere denominar actualmente, es un trastorno neurobiológico que afecta tres áreas del desarrollo: la comunicación (verbal y no verbal), la socialización y la imaginación, creatividad y juego que generan intereses restringidos y/o conductas repetitivas estereotipadas.
El desconocimiento en la Argentina acerca del TGD es tan grande que no hay suficientes profesionales capacitados ni instituciones adecuadas que sepan tratar este trastorno. Es por ello que el INADI decidió emprender una serie de acciones concretas.
Desde el comienzo de nuestra gestión estamos comprometidos con la búsqueda de una sociedad más igualitaria, acompañando activadamente el proyecto político abierto en 2003. Esto significa, también, tener una visión innovadora de lo que se entiende habitualmente por discriminación, una mirada renovadora sobre los temas que nos convocan. La discriminación, pensada desde una perspectiva de la igualdad y de la justicia social abarca muchos más temas que los de la agenda tradicional. Por supuesto, nos ocupamos también –y de manera comprometida y exhaustiva– de aquellos temas que hacen al corazón de nuestro trabajo diario: la discriminación en relación a la diversidad sexual, a los migrantes, al género, entre muchos otros. Pero estamos aquí también para avanzar en nuevos logros, en nuevas perspectivas que deberían continuar en el tiempo.
Por eso, hemos comenzado con el programa TGD-TEA INADI, que va a desarrollar jornadas de capacitación para profesionales de distintas áreas vinculadas a la salud. También el INADI se ha planteado como desafío lograr incluir los Trastornos del Espectro Autista como materias específicas en lugares de formación profesional de la educación terciaria y universitaria.
Por otra parte, las obras sociales se niegan a cubrir los tratamientos porque los mismos no figuran dentro del nomenclador nacional. A las trabas burocráticas y legislativas, y a la falta de formación profesional, se suman la falta de una ley específica que contemple todas las necesidades de este colectivo, que también se ve perjudicado en materia de educación.
La asistencia a cualquier escuela es una de las pocas oportunidades con que cuentan estos chicos para aprehender habilidades sociales, y aún no existe un marco para que los colegios no puedan negarse a integrarlos o aducir que el establecimiento no está preparado para incluir niños con este trastorno. Por ello, este programa también se encuentra trabajando en un proyecto de educación inclusiva.
Además, entre las iniciativas que estamos poniendo en marcha en el INADI se encuentra el proyecto Piloto “Turismo para personas con TGD-TEA y sus familias”, que tendrá lugar en el Complejo Turístico Vacacional de Embalse Río Tercero, Provincia de Córdoba, que contempla dos viajes con distintos contingentes integrados por niños y adolescentes acompañados por sus familias, ya que uno de los objetivos de la experiencia es fomentar los vínculos intrafamiliares, en especial, generar ámbitos de juego entre hermanos. Este proyecto representa la primera experiencia de estas características en el mundo y tiene la intención de reparar la inexistencia de condiciones suficientes para ejercer las capacidades en contextos de necesidad especial.
En esto el gobierno ha avanzado con un gran número de nuevas conquistas sociales: la ley de medios, la ley de migrantes, la ley de matrimonio igualitario, la ley de salud mental, la ley contra la violencia de género, la ley de accesibilidad de la información en las páginas Web, entre otras iniciativas. Poner en relación estas problemáticas con la del TGD nos permite profundizar en el camino de una sociedad más justa.
El TGD o espectro autista, como se prefiere denominar actualmente, es un trastorno neurobiológico que afecta tres áreas del desarrollo: la comunicación (verbal y no verbal), la socialización y la imaginación, creatividad y juego que generan intereses restringidos y/o conductas repetitivas estereotipadas.
El desconocimiento en la Argentina acerca del TGD es tan grande que no hay suficientes profesionales capacitados ni instituciones adecuadas que sepan tratar este trastorno. Es por ello que el INADI decidió emprender una serie de acciones concretas.
Desde el comienzo de nuestra gestión estamos comprometidos con la búsqueda de una sociedad más igualitaria, acompañando activadamente el proyecto político abierto en 2003. Esto significa, también, tener una visión innovadora de lo que se entiende habitualmente por discriminación, una mirada renovadora sobre los temas que nos convocan. La discriminación, pensada desde una perspectiva de la igualdad y de la justicia social abarca muchos más temas que los de la agenda tradicional. Por supuesto, nos ocupamos también –y de manera comprometida y exhaustiva– de aquellos temas que hacen al corazón de nuestro trabajo diario: la discriminación en relación a la diversidad sexual, a los migrantes, al género, entre muchos otros. Pero estamos aquí también para avanzar en nuevos logros, en nuevas perspectivas que deberían continuar en el tiempo.
Por eso, hemos comenzado con el programa TGD-TEA INADI, que va a desarrollar jornadas de capacitación para profesionales de distintas áreas vinculadas a la salud. También el INADI se ha planteado como desafío lograr incluir los Trastornos del Espectro Autista como materias específicas en lugares de formación profesional de la educación terciaria y universitaria.
Por otra parte, las obras sociales se niegan a cubrir los tratamientos porque los mismos no figuran dentro del nomenclador nacional. A las trabas burocráticas y legislativas, y a la falta de formación profesional, se suman la falta de una ley específica que contemple todas las necesidades de este colectivo, que también se ve perjudicado en materia de educación.
La asistencia a cualquier escuela es una de las pocas oportunidades con que cuentan estos chicos para aprehender habilidades sociales, y aún no existe un marco para que los colegios no puedan negarse a integrarlos o aducir que el establecimiento no está preparado para incluir niños con este trastorno. Por ello, este programa también se encuentra trabajando en un proyecto de educación inclusiva.
Además, entre las iniciativas que estamos poniendo en marcha en el INADI se encuentra el proyecto Piloto “Turismo para personas con TGD-TEA y sus familias”, que tendrá lugar en el Complejo Turístico Vacacional de Embalse Río Tercero, Provincia de Córdoba, que contempla dos viajes con distintos contingentes integrados por niños y adolescentes acompañados por sus familias, ya que uno de los objetivos de la experiencia es fomentar los vínculos intrafamiliares, en especial, generar ámbitos de juego entre hermanos. Este proyecto representa la primera experiencia de estas características en el mundo y tiene la intención de reparar la inexistencia de condiciones suficientes para ejercer las capacidades en contextos de necesidad especial.
En esto el gobierno ha avanzado con un gran número de nuevas conquistas sociales: la ley de medios, la ley de migrantes, la ley de matrimonio igualitario, la ley de salud mental, la ley contra la violencia de género, la ley de accesibilidad de la información en las páginas Web, entre otras iniciativas. Poner en relación estas problemáticas con la del TGD nos permite profundizar en el camino de una sociedad más justa.