Una vieja aspiración de la gente que se entiende, fundamentalmente, mediante la lengua de signos es conseguir un “interprete automático” que les permita disponer de los contenidos textuales en lengua signada, sin tener que depender de la intervención de una persona intermediaria. La gente de XUL, gracias a la financiación obtenida del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea, del Ministerio de Educación y de la Junta de Andalucía, han venido trabajando en un proyecto que cubriera esta demanda. Recientemente han puesto a disposición de todos, a través de la Web, una primera demo de su aplicación TextoSign, que esperan ir perfeccionando hasta conseguir su objetivo de “desarrollar una herramienta que sea capaz de presentar signos animados o pregrabados a partir de un texto o de la introducción de comandos”.