El Informe sobre Desarrollo Humano 2014 de Naciones Unidas, presentado a finales del pasado mes de julio bajo el título ‘Sostener el progreso humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia’, aborde por primera vez de manera extensiva la discapacidad, reconociendo la especial situación de vulnerabilidad en la que las personas con discapacidad se encuentran, y señale la discapacidad como causa principal de pobreza para las personas que la viven debido a las múltiples barreras y discriminación por parte de la sociedad a la que tienen que enfrentarse.
El Informe presta especial atención a los efectos devastadores de la multidiscriminación que se produce por la suma de las distintas limitaciones estructurales para sobrellevar la adversidad, citando como ejemplo, los efectos de las migraciones o los desastres naturales y, grupos especialmente vulnerables como las mujeres con discapacidad.
Afirma que la vulnerabilidad es multifacética y dinámica. No basta con hacer hincapié de forma exclusiva en la vulnerabilidad económica, es preciso tener en cuenta las capacidades, las oportunidades y las libertades. A este respecto, reconoce la edad y la discapacidad como importantes facetas de la vulnerabilidad.
Argumenta que las vulnerabilidades suponen una amenaza para el desarrollo humano y, que a menos que se aborden de forma sistemática, el progreso no será equitativo ni sostenible. Considera que las personas con discapacidad son “estructuralmente vulnerables” porque se enfrentan a numerosas y coincidentes limitaciones en su capacidad de hacer frente a los contratiempos. Su vulnerabilidad estructural reside en que tienen que afrontar barreras adicionales para superar las condiciones adversas.
También reconoce que el contexto social y las relaciones de poder están muy ligados a la vulnerabilidad de las personas. Las minorías y las personas con discapacidad, se colocan en una situación de desventaja si no pueden expresar sus preocupaciones abiertamente, si el sistema político no se toma en serio sus opiniones o si las instituciones no les sirven como deberían. Propone que las personas con discapacidad sean escuchadas y sean agentes activos en la definición de su propio destino.
Aboga por abrazar el universalismo puesto que todos los individuos tienen el mismo valor y tienen derecho a recibir protección y apoyo. Por tanto, debe haber un mayor reconocimiento de aquellas personas más expuestas a riesgos y amenazas, como los niños y las personas con discapacidad, ya que es probable que necesiten una ayuda adicional para garantizar que sus oportunidades vitales son iguales a las de los demás.
Por ello, el universalismo va a requerir una atención y derechos distintos. Considerar a todos del mismo modo podría entonces requerir un trato desigual en favor de quienes se encuentran en desventaja.
La idea básica del desarrollo humano consiste en promover la igualdad de oportunidades en la vida para todos, basándose en el principio kantiano que dice que todas las personas tienen el mismo valor, tal como figura en la Carta de las Naciones Unidas. Es necesario empoderar a todas las personas, incluidas las personas con discapacidad, para que vivan las vidas que valoran.