Experto británico relevó muestras de agua y sedimentos para evaluar probable contaminación.
Detectó metales pesados, basura orgánica, hidrocarburos policíclicos y pesticidas.
Los sitios ubicados a la vera de las rutas registran una elevada presencia de hidrocarburos cancerígenos.
En la zona no se prevé el tratamiento del agua que la lluvia arrastra desde rutas y calles.