BUSCAR       RIO NEGRO    WEB     
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
  podio
RURAL
DEBATES
GUIA OCIO
eH! HOGAR
ESPECIALES ON LINE
ECONOMICO
CULTURAL
ENERGIA
 
Domingo 07 de Enero de 2007
 
 
 
>>Ediciones ANTERIORES
   
 
  Los peligros para la salud
 
 

Click para ampliar

Los metales pesados llegan a los efluentes y con ellos a algunos cursos de agua como resultado de la actividad de determinadas industrias y actividades que se realizan en zonas urbanas o rurales.

Las fábricas de baterías son una de las actividades que generan un residuo con altos niveles de plomo pero también mercurio y cadmio, que suelen estar asociados con otros metales. Una probable fuentes de contaminación es que varias de estas fábricas -en general pequeños o medianos talleres- no trataría sus efluentes sino que los descargaría en el sistema cloacal que, de modo directo o indirecto, va al río.

Otras fuentes de cadmio son los procesos de extracción de metales; los lubricentros y otros comercios que trabajan con lubricantes; las pilas; los plásticos (el cadmio se usa como estabilizador en plásticos de todo tipo); los electrodos; la vulcanización de cubiertas; las pinturas; el asfalto; el acero; los cigarrillos y los fertilizantes fosforados. Por tanto cuando en nuestros hogares arrojamos pintura al drenaje, o arrojamos aceite usado de autos, estamos contribuyendo a los altos niveles de cadmio en el punto de ingreso de nuestros desperdicios al río.

Los valores máximos permitidos que algunos países establecen como norma para suelos -y que en nuestro país rigen en lo que respecta al agua potable- se establecen como cierta seguridad para evitar consecuencias adversas en la salud de las personas.

Pero no es tarea sencilla precisar cuáles sean esas consecuencias, ya que dependen en cada caso de la edad y condición de las personas, de la duración y del tipo de contacto -si es por la piel, por ingestión o por inhalación-. Por ello, la mejor manera de evaluarlas es analizando el caso concreto, a través de los efectos en las personas que han resultado afectadas.

Cuando al mercurio se lo libera en el ambiente, se lo expone a distintos procesos que pueden generar reacciones químicas, biológicas o fotoquímicas. Esto implica que se altera. La forma química del mercurio se considera de acuerdo con su movilidad, lo que afecta su solubilidad, absorción y biodisponibilidad.

El mercurio es preferentemente retenido por materiales orgánicos y por ciertas arcillas. En el caso de personas y animales, el mercurio y sus derivados son absorbidos a través de la piel, por ingestión o por inhalación.

La retención del mercurio líquido en el humano es corta. En lo que respecta a ese elemento en otros componentes inorgánicos, también es corta su retención en el ser humano, ya que en un lapso de días se libera en orina, heces y otros fluidos corporales.

Sin embargo, el 95% del metilmercurio, que se ingiere con la comida -por ejemplo cuando el agua de riego de vegetales contiene el metal en esa forma-, se absorbe y se mantiene en los tejidos corporales. La exposición prolongada con metilmercurio hace que los riñones lo conviertan en elementos aún más estables en el organismo.

El envenenamiento con mercurio puede ser agudo, subagudo o crónico, y la forma en que se ingiera determina los efectos. Todas las formas se acumulan en hígado y riñón y algunas en el cerebro. El envenenamiento agudo produce dolores de cabeza, síntomas gastrointestinales, diarreas sanguinolientas, vómitos, sabor metálico en la boca, pérdida de dientes, problemas en la piel y complicaciones del tracto urinario. El cuadro más grave es la muerte por intoxicación de hígado y riñón.

La contaminación crónica produce complicaciones del sistema nervioso central, emociones exageradas, pérdida de coordinación, pérdida de memoria y falta de apetito.

El metilmercurio produce cambios cerebrales permanentes.

Cuando la persona afectada es una embarazada, afecta al feto dañando el sistema nervioso central, causando retardo en el niño y también efectos citogénicos como alteraciones cromosomáticas si la ingestión se produce en las etapas tempranas del embarazo.

Fábricas de baterías, lubricentros, plásticos, pinturas y cigarrillos son fuentes contaminantes.

El 95% del metilmercurio que se ingiere se absorbe y se mantiene en los tejidos corporales.

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006