Con 13 milímetros de lluvia caídos en apenas dos horas y mayores dificultades para transitar por las obras públicas en marcha, la mañana de ayer fue de máximas complicaciones para cientos de roquenses. Agua de vereda a vereda, cloacas desbordadas y peatones con tobillos mojados fueron algunas de las postales en las principales calles del centro. En los barrios el panorama no fue mejor, porque el barro sumó trastornos y en las casas más precarias las gotas se colaron por distintos sectores.

A pesar de todo, desde Defensa Civil se informó que no hubo evacuados por las inclemencias meteorológicas, aunque se afirmó que cada vez "corren más peligro los que viven en las zonas ribereñas de la ciudad y aún no abandonaron el sector".

La rotonda de 9 de Julio y avenida Roca en el centro, y las obras de pavimentación que se realizan en las 827 viviendas representaron problemas para el municipio.

La calle más afectada del populoso barrio de viviendas fue Tres Arroyos en casi toda su extensión, donde se acumuló "mucha agua", señaló Manuel Carrillo, coordinador de Defensa Civil. También agregó que "en nuestras oficinas recibimos alrededor de 12 llamados de vecinos que reportaban la acumulación de agua en patios y calles".

En el centro el agua se apoderó una vez más de la calle 9 de Julio entre Mendoza y San Juan. Asimismo otra de las arterias inundadas fue Tucumán entre San Juan y Neuquén y desde Buenos Aires hasta Mendoza, donde en algunos tramos el agua superó el nivel de las veredas. Las zonas más críticas se ubicaron en las intersecciones de 9 de Julio con Mendoza y con San Juan, y Maipú desde Villegas hasta 25 de Mayo.

Las tablas que dispusieron los trabajadores que construyen la rotonda de avenida Roca y las vías ayudaron a que los transeúntes pudieran lograr traspasar desde 25 de Mayo hacia 9 de Julio y en sentido contrario. Esto constituyó la única manera de trasladarse porque las pasarelas peatonales no estaban ubicadas sobre la arteria más castigada de Roca en estas situaciones.

En la esquina de 9 de julio y San Juan, los peatones no pudieron cruzar de una vera a la otra, sin embargo algunos automovilistas se animaron a avanzar a pesar de que el agua cubría hasta las ruedas de sus vehículos.

Otra de las calles castigadas fue Isidro Lobo, en la que el monumento a la manzana favoreció la acumulación de los líquidos pluviales.

En Mendoza y 9 de julio se repitió la situación.

En las intersecciones de 9 de Julio con Sarmiento e Italia, las tapas de las cámaras de desagote cloacal rebalsaron y empezó a emanar gran cantidad de desechos.