En la actualidad, el cuerpo, no solo concebido desde su base biológica sino como construcción simbólica, ocupa el centro de los debates contemporáneos, al convertirse en uno de los temas que mayor preocupación suscita. Los estudios transculturales nos dan muestras de la inexistencia de un único y por tanto, universal- modelo corpóreo. Indudablemente, la constante preocupación por el cuerpo es más propia -y casi exclusiva- de las sociedades tecnológicamente desarrolladas. En estos contextos, son muchos los cambios sociales que han contribuido a situar al cuerpo en un lugar preponderante, pero ¿qué modelo es el que se impone?
En la búsqueda de esta uniformidad, el cuerpo pasa a convertirse en un importante elemento de desigualdad y exclusión, al mismo tiempo que de empoderamiento, en una sociedad donde los cánones y parámetros construidos sirven para clasificar a los individuos que están dentro y los que quedan al margen de la misma. Con esta investigación, he querido dirigir la mirada hacia aquellos cuerpos diferentes, marcados por el estigma de la discapacidad.
Esta obra, pretende recoger la voz de un grupo de personas con diversidad funcional física. Informantes que han relatado sus experiencias y estrategias para sobrevivir en un mundo hecho por y para aquellos que no poseen limitación funcional alguna. Personas que ven restringidas sus relaciones y que son excluidas de determinados espacios de participación social, por el simple hecho de tener un cuerpo que funciona de forma diferente; un cuerpo con el que debe llegar a entenderse y relacionarse a diario. Nos hallamos en una sociedad que se resiste a reconocer la diferencia como una característica y un derecho; una sociedad cargada de prejuicios que quiere invisibilizar lo distinto, enjuiciándolo en negativo.
Por todo ello, esta publicación, reivindicando la diferencia y la diversidad como recurso y fuente de enriquecimiento para el conjunto de la sociedad, aspira a contribuir a cambiar la imagen social que aún hoy tenemos de la diversidad funcional. Es momento de dejar de abordar esta cuestión desde ese terreno resbaladizo que discurre entre la solidaridad y el asistencialismo, para adentrarnos en el ámbito de los derechos de ciudadanía, del respeto y de la dignidad, considerando la diversidad funcional desde la perspectiva de los Derechos Humanos.
Y por ello, acudimos a La filosofía de vida independiente, convirtiéndola en eje fundamental de nuestro trabajo. Un nuevo modelo que cambia la relación tradicional que se ha establecido con las personas con diversidad funcional, dejando de concebirlas como discapacidades o patologías clínicas, para pasar a percibirlas como sujetos con derechos, con capacidades y con el protagonismo de sus propias historias.
Descarga: http://www.asoc-ies.org/diversitas/prisionerosdelcuerpo.html
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(1) Antonio Iañez Domínguez es Doctor en Antropología Social y Diplomado en Trabajo Social por la Universidad de Sevilla. Trabaja como docente e investigador en la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. Es miembro del Grupo de Investigación en “Trabajo Social y Políticas Sociales” de la misma Universidad. Sus líneas de investigación se centran en el estudio de la diversidad funcional y la exclusión social. En relación a estos temas, tiene publicado dos libros y diferentes artículos en revistas especializadas.