Mujeres y niñas con discapacidad

Marta Valencia lleva años dedicada a la labor de difundir las necesidades de las mujeres y niñas con discapacidad, sus madres y sus cuidadoras, así como sus derechos y capacidades. Su entrega e implicación la llevan hoy a recoger, un tanto abrumada y emocionada, el fruto de su propio trabajo y su esencia cincelados a golpe de constancia y voluntad. Con ilusión, entereza y determinación emprende un nuevo hito de su amplia carrera en el movimiento de la discapacidad, el de presidir la Comisión de la Mujer del Cermi.
¿Qué ha significado para ti ser nombrada presidenta de la Comisión de la Mujer del Cermi Estatal?
Ha sido una grandísima sorpresa, me siento orgullosa y a la vez responsable de un reto enorme, por el nivel de mi antecesora, Ana Peláez, que tiene una gran calidad personal y laboral.

¿Qué sentiste cuándo te lo comunicaron? ¿Podrías contarnos la anécdota del momento y los días que esperaste para la confirmación del cargo por parte del Cermi?
Cuando Ana me lo dijo me sentí muy halagada. Sólo pensar que ella haya pensado en mí, me emociona. Y también me pregunté a mí misma si realizaría bien la labor que se me encomendaba. Es un gran reto. Y esperé nerviosa hasta que, finalmente, se aprobó en la Ejecutiva del Cermi. De hecho, no quería comentarlo con nadie por si acaso.

¿Qué criterios crees que siguieron desde la entidad estatal para elegirte para ocupar el cargo? ¿Qué aptitudes y actitudes crees te hacen idónea para él?
Me imagino que, al igual que en todas las comisiones, buscaron a gente implicada en la lucha por las mujeres y niñas con discapacidad, que sepa trabajar en equipo y ser constante. Como buena “mañica”, yo soy “cabezoncica”.

¿Qué experiencia personal en el mundo de la mujer con discapacidad aportas que enriquezca el cargo y a la comisión?
Ser mujer con discapacidad. Somos nosotras las que tenemos que decir lo que necesitamos y lo que queremos. Llevo en la Comisión de la Mujer desde 2005, y aunque cada día aprendo nuevas cosas, comprendo perfectamente cómo funciona, el trabajo en equipo necesario y, además, me gusta pelear por nuestros derechos para conseguir la igualdad de condiciones.

A modo de ejemplo para que consigan su empoderamiento y capacitación otras mujeres con discapacidad que puedan reflejarse en ti, ¿de qué manera participas tú activa y comprometidamente con la sociedad, y cómo te has convertido en un agente de cambio social?
Me baso en la constancia y la aplico todos los días para conseguir las metas fijadas, trabajar bien en equipo, difundir los derechos y la situación en la que nos encontramos tanto las mujeres como las niñas con discapacidad, así como las madres y cuidadoras de las personas con discapacidad a profesionales, sectores específicos y a la sociedad en general.

¿Cuáles son los retos que se están abordando actualmente en la Comisión de la Mujer del Cermi?
A finales de 2013 el Comité Ejecutivo del Cermi aprobó el ‘II Plan de Acción de mujeres y niñas con discapacidad’. Por ello, cada año nos planteamos cumplir unos objetivos del plan. Un ejemplo sería el de denunciar la situaciones de violencia que nos encontramos las mujeres y niñas con discapacidad y pedir que se hagan estudios específicos sobre el tema.

¿Puedes mencionar uno o más objetivos “cuasi utópicos” que te gustaría realizar desde tu nuevo cargo?
Por supuesto que uno de los retos principales es seguir trabajando en red, es decir, todas las mujeres con discapacidad juntas, hablando por nosotras mismas. Hay que intentar que todos los Cermis autonómicos tengan su Comisión de la Mujer. Es complicado, pero lo voy a intentar para que los objetivos del plan mencionado se vayan aplicando en todas las comunidades autónomas. Lo más importante es conseguir que se nos vea como mujeres y niñas, que desaparezcan de la mente de la sociedad nuestras discapacidades.

(SERVIMEDIA)

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