Accesibilidad y barreras arquitectónicas

La Fundación ONCE y el Colegio de Arquitectos de Madrid han presentado este lunes un manual para orientar a los arquitectos e ingenieros en el diseño “inclusivo y accesible” de edificios, viviendas y entornos urbanos.

“Se trata de facilitar que las nuevas edificaciones tengan en cuenta a todos los futuros usuarios y a cualquier tipo de discapacidad”, ha explicado la jefa del área de accesibilidad al medio físico de la Fundación ONCE, Fefa Álvarez.

El diseño de rampas, barandillas, mostradores o el sistema de señalización pública son elementos que pueden hacer más o menos accesible cualquier edificación.

También incluye el diseño de recorridos públicos para que sean lo más sencillos e intuitivos posible

También el diseño de los recorridos públicos deben intentar ser lo más sencillos e intuitivos posible haciendo que el edificio o lugar público “se explique a si mismo; lo que los americanos llaman way finding, ha señalado.

El libro Accesibilidad Universal y Diseño para Todos. Arquitectura y Urbanismo a sido elaborado a partir de una serie de cursos impartidos por el Colegio de Arquitectos y recoge los criterios técnicos y la legislación de apoyo.

En el temario también figuran los criterios de accesibilidad aplicables al patrimonio histórico, artístico o natural.

“Que los recorridos por parques naturales tengan en cuenta las distintas necesidades de los visitantes, que los entornos inaccesibles -como una cueva prehistórica- cuenten con una experiencia alternativa pensada para los que tienen alguna discapacidad”, ha explicado Álvarez.

Según esta experta, el manual también incluye ideas sobre cómo hacer accesible lugares históricos que no admiten cambios como, por ejemplo, el casco antiguo de Toledo “todo cuestas y empedrados”.

Así, propone facilitar el alquiler de pequeños vehículos motorizados con los que las personas mayores o con problemas de movilidad puedan recorrer los callejones y plazas.

Finalmente, el manual incluye un capítulo dedicado a las medidas de seguridad en las obras para evitar accidentes, “porque no queremos que haya más discapacitados”, ha apuntado Álvarez.

Fuente: El Mundo

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