Parámetros regionales para medir la atención y las funciones ejecutivas de niños del Alto Valle

Un grupo de investigadores de la Universidad de Flores (UFLO) trabaja en una tabla comparativa con mediciones locales para calcular el grado de atención y las funciones ejecutivas de niños de escuelas primarias, de entre seis y doce años. El objetivo es obtener datos más cercanos, zonales o regionales, ante el uso habitual de estadísticas que se obtienen en Europa y que sea un aporte útil para el diagnóstico y la intervención en pacientes que presenten indicios de alteraciones atencionales o ejecutivas.

Un grupo de investigadores de la sede Comahue de la Universidad de Flores (UFLO) trabaja en un baremo local, es decir, valores normativos locales de test. El estudio, que abarca por el momento a casi 200 alumnos de escuelas primarias públicas y privadas, se desarrolla en la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, y tiene el objetivo de superar los 300/400 niños.

La responsable de la iniciativa, la magister Belén Causse, señaló a Argentina Investiga que “la idea es generar un baremo de uso local, es decir, valores normativos propios para una batería de test neuropsicológicos”. Y agregó que “de esta manera obtendremos un aporte de suma importancia para el quehacer del neuropsicólogo y de otros profesionales de la salud mental en los ámbitos clínicos y educacional, de modo de poder contar con herramientas más precisas y adecuadas al contexto, para un adecuado diagnóstico y posterior intervención en cada caso en particular”.

El baremo, o parámetro para la interpretación de los test, es lo que permite medir cómo resuelven una misma tarea neuro-cognitiva ciertos sujetos, agrupados de acuerdo a diferentes características. La importancia de tener parámetros de referencia locales es que podrán interpretarse los resultados de los test de acuerdo a nuestra población.

“No es conveniente usar baremos de otros países, porque implica que evaluamos la atención o las funciones ejecutivas en niños argentinos y comparamos su producción con la de los españoles o los estadounidenses. De allí la importancia de contar con normas en nuestro país, y especialmente de nuestra región”, subraya la investigadora.

Causse explica que “la atención es un proceso que nos hace más receptivos a los sucesos del ambiente y nos permite resolver de manera más eficaz distintas tareas”. Indica que “existen diferentes modalidades de atención, por eso se elaboran distintas pruebas o test para evaluarla; cada prueba involucra un aspecto distinto”.

Describe que entre estos procesos encontramos el poder enfocarse en una única tarea o estímulo, ignorar distractores, mantenerse atento durante todo el tiempo que sea necesario pese a la fatiga o el aburrimiento, desplazar la atención de un estímulo a otro de acuerdo a las exigencias del ambiente, controlar nuestra atención implementando estrategias para optimizarla y reaccionar en forma rápida y efectiva cuando es necesario.

En tanto, sobre las funciones ejecutivas, la investigadora detalla que “es un conjunto de habilidades cognitivas, las más complejas que puede llevar a cabo el ser humano, cuyo sustrato anatómico es la corteza prefrontal”. Implica habilidades tales como la planificación, la inhibición, la organización, la flexibilidad cognitiva, entre otras.

El aporte de esta investigación en el campo de la neuropsicología infantil es sumamente relevante porque brinda a los especialistas locales datos más cercanos, zonales o regionales, ante el uso habitual de estadísticas que se obtienen en Europa. Si bien existen investigaciones que establecen parámetros argentinos para algunas de las pruebas que utilizamos, no lo hacen con toda la batería que está en investigación en la actualidad, y no existe ninguno en la zona Comahue que implique el grupo de edad con el que trabajamos. Además, este estudio será útil para el diagnóstico y la posterior intervención ante pacientes que presenten indicios de alteraciones atencionales o ejecutivas.

La investigadora asegura que “cuanto más próximo es el grupo de referencia, mejor. Es una herramienta para hacer evaluaciones neuropsicológicas y aporta antecedentes para la clínica. Esto es novedoso porque para la obtención de este tipo de datos no hay producción regional”.

En la investigación, el muestreo es incidental y la participación voluntaria, tanto por parte del niño como de sus padres. La muestra se compone actualmente de casi 200 niños de seis a doce años, que voluntariamente y con el consentimiento informado de sus padres, aceptaron participar de la investigación, y se propone durante este año ampliar el número de casos.

Entre otros requisitos, se puntualizó que si bien pueden participar todos los interesados para la confección de los datos normativos, los niños no deben poseer diagnóstico neurológico, neuropsicológico, psiquiátrico, de trastornos de aprendizaje, o haber permanecido en algún año o nivel de su escolarización. Además, deben residir y asistir a escuela primaria pública o privada en alguna de las localidades de la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

Lic. Gabriela Michelini
gmicheli@uflo.edu.ar
Gustavo Fernández
Responsable de Comunicación del Rectorado
Universidad de Flores
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