El verano es una época de mayor exposición corporal, que para muchas personas con discapacidad se vuelve un total padecimiento. En una sociedad donde los medios de comunicación bombardean cotidianamente con imágenes y nociones de una ‘belleza ideal’ completamente arbitraria y cada vez más lejana a la realidad, aquellas personas cuyos cuerpos escapan a la norma tienden a recluirse y sentir vergüenza de sí mismas, padeciendo los consecuentes efectos negativos sobre la autoestima y la imagen corporal. Desafiar las nociones generalizadas de belleza y las concepciones estrechas de masculinidad y feminidad constituye un reto que cada vez más personas se animan a asumir.
Fuente: EL Cisne
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