El doctor Ezequiel Ander Egg es sociólogo, economista, politólogo, pedagogo y planificador argentino. En esta entrevista con Argentina Investiga el especialista habla de la capacidad de resiliencia, da cuenta de las capacidades que deben tener quienes se dediquen al voluntariado y analiza las dificultades más frecuentes con las que se enfrentan los trabajadores sociales, entre otros temas.
-En un libro editado por el Colegio Profesional de Trabajadores Sociales del Estado de Yucatán, usted invita a “dar testimonio de lo humano”. ¿A qué se refiere y cómo podemos hacerlo desde la docencia o el trabajo social?
-Las tres potencias del ser humano -que lo hacen más humano- son: el amor, el conocimiento y la voluntad de acción. Dar testimonio de lo humano implica, principalmente, expresarlo en un estilo de vida, así como en el modo de ser y hacer profesional. Por ejemplo, confiando en las personas, dándoles participación para que sean protagonistas en la resolución de sus problemas, viviendo con profundidad existencial, con un proyecto de vida que sea respuesta al para qué vivo y para qué lucho.
-¿Qué cualidades, capacidades y actitudes debería reunir alguien que dedique parte de su tiempo al voluntariado?
-Algunas de esas cualidades son: sensibilidad social, sentido de solidaridad, vocación de servicio, habilidad para motivar, madurez, capacidad de diálogo, así como de escucha activa, empatía, perseverancia, buen humor y compromiso.
-En su libro “Humanismo y trabajo social” menciona las dificultades a las que se enfrentan los trabajadores sociales, ¿cuáles son las más comunes?
-Toda tarea de acción social, como cualquiera de las actividades humanas, ha de encontrar una serie de dificultades y obstáculos: Desde un ritmo diferente al previsto en el desarrollo de actividades, hasta la falta de reconocimiento social, el rechazo o la apatía. Se necesita mucha fortaleza para enfrentarlos. Uno de los problemas más serios que afrontan todos aquellos que trabajan directamente con la gente (trabajadores sociales, educadores, enfermeros, etc.) es el agotamiento emocional y físico, acompañado de desencanto, angustia o depresión, conocido como “síndrome de burn out”.
-La capacidad de resiliencia ¿refiere a la “fortaleza” para enfrentar las dificultades?
-Cualesquiera sean los problemas que enfrentamos en nuestras vidas, no tenemos que cruzarnos de brazos. Si tomamos los problemas como desafíos podremos luchar y hacer frente a los contratiempos. Nada ayuda más a tener fortaleza y tenacidad que la capacidad de resiliencia. Es decir, atravesar circunstancias difíciles y salir fortalecidos de ellas.
-¿Qué le diría a quienes hacen sus primeros pasos en el trabajo social?
-Que tomen el trabajo social como acción liberadora; que se entreguen a la tarea, que actúen con energía y decisión, que conozcan sus propias emociones, que acepten a los demás, que estén abiertos a los aportes de diferentes ideologías o filosofías. Por último, que sean autocríticos, para lograr una coherencia entre sus valores, sus principios y la práctica profesional.
Ander Egg nació en la provincia de La Pampa en 1930. Estudió filosofía, ciencias políticas, pedagogía, economía, planificación social y económica en Argentina, España, Francia y Bélgica. Es consultor de OEA, ONU, Unicef y Unesco. Profesor visitante de 185 universidades de Europa y América latina y autor de 168 libros sobre temas sociales, económicos y educativos. La entrevista fue realizada por la licenciada Silvia Gabriela Vázquez (directora de la Diplomatura Interdisciplinaria en Responsabilidad Social y Resiliencia en Udemm).
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Lic. Silvia Gabriela Vázquez
Universidad de la Marina Mercante