En esta casa el desafío era proyectar una vivienda permanente para un matrimonio con seis hijos que se adaptara a los cambios en la familia con el paso del tiempo y que no superara los 200 mts2. Los arquitectos Claudio Fraga y Daniel Stinchi pensaron en una única planta con cuatro dormitorios, de los cuales dos de ellos pueden convertirse en un solo gran espacio mediante tabiques divisorios o, a futuro, formar parte del living.