los indicadores presupuestarios se desplomaron en este último año de la gestión saiz.Si algo destacó a la administración de Miguel Saiz en estos casi seis años al frente del Ejecutivo provincial fueron sus limitaciones para gestionar.No faltaron las oportunidades para modificar el actual escenario de crisis económica que hoy pende como espada de Damocles sobre el futuro del gobernador.La mayor parte de los indicadores fiscales muestran el deterioro progresivo que sufrieron las cuentas públicas desde que asu-mió la titularidad del Ejecutivo provincial (2003) hasta la fecha. Analizando las frías y crudas estadísticas oficiales se pueden observar algunas de estas tendencias. Para muchos políticos y economistas regionales, el 2010 será el punto de inflexión para la administración radical. O toma las decisiones correctas para corregir los desvíos presupuestarios –teniendo en cuenta que todavía está a tiempo para ello– o la provincia ingresa en un punto de difícil retorno. Desde el punto de vista económico se puede hacer una revisión de su gestión tomando en cuenta los indicadores presupuestarios más importantes. En las páginas siguientes se graficaron las tendencias que muestran cada uno de ellos. La explicación se resume a continuación:• El resultado financiero de las cuentas públicas provinciales, que muestra la salud presupuestaria de la provincia, se desplomó de lo que fue un superávit de 26 millones de pesos a fines del 2003 a los más de 126 millones de déficit proyectados al cierre del 2009. Este indicador es, en definitiva, un resu-men del deterioro que sufrieron las cuentas públicas en lo que va de la gestión de Miguel Saiz. El déficit financiero representa hoy el 3,6% del total de los gastos de la provincia. Un índice que sigue siendo “controlable” en relación al historial que presenta la provincia. En 1998, con una economía en crecimiento, se ubicaba en el 8,5%. En plena crisis posconvertibilidad (2002) este indicador se disparó al 16%.• La relación transferencias corrientes de origen nacional versus ingresos corrientes totales detallados en los presupuestos muestra cuál es la dependencia que tiene el gobierno provincial sobre los fondos que llegan desde la administración K.
Hacia fines del 2003 el 56% del total de los recursos que llegaban a las arcas provinciales correspondían a las partidas del gobierno nacional. Al cierre del 2009 esta participación creció al 62%, pasando por un máximo de 64% en el 2007. Esto muestra en definitiva que durante la gestión Saiz creció la dependencia provincial sobre los recursos de origen nacional, lo es altamente negativo, ya que limita la independencia política y económica provincial, con el deterioro institucional que esto acarrea. Si se toman para su análisis los recursos totales del presupuesto 2009 (corrientes más capital), se deduce que sólo el 34% de lo que llegó al fisco provincial lo hizo de la mano de la recaudación propia. Es decir que la gestión Saiz genera sólo 1 de cada 3 pesos que llegan a la provincia.
? El indicador recursos corrientes versus recursos totales muestra cierta evolución positiva sobre la última parte del ciclo. En el 2002 el 100% de los ingresos provenían de los recursos corrientes; en el 2009 ese índice se ubicó en 93%, siendo el 7% restante identificado como recursos de capital. Pero la "letra chica" del presupuesto nos detalla que nada de esto fue generado por la provincia: llegaron por el Fondo Federal Solidario (FFS-coparticipación del 30% de las retenciones al complejo sojero) y transferencias de organismos internacionales.
? La carga impositiva per cápita provincial es otro de los datos que llaman la atención. La presión fiscal creció en los seis años de la gestión Saiz algo más de 230%.
? En el análisis sobre las regalías se observa que dichos ingresos están perdiendo participación relativa dentro de lo que son los recursos corrientes que llegan a las arcas provinciales. Cuando asumió Saiz su primera gestión al frente de Ejecutivo, las regalías sumaban 150 millones de pesos (20% de este monto correspondía a hidroeléctricas y 80% a hidrocarburíferas), cifra que representaba el 17% del total de los recursos corrientes de la provincia. En el 2009 esa participación cayó al 11%, con ingresos cercanos a los 354 millones de pesos (manteniéndose las mismas proporciones observadas en el 2003 entre hidroeléctricas e hidrocarburíferas).
? Los recursos tributarios (Ingresos Brutos, Sellos, Inmobiliario y otros de menor incidencia) se mantuvieron estables en relación a su participación sobre los recursos corrientes en torno al 21%.
Erogaciones
Los gastos presupuestarios mostraron una tendencia preocupante. Tanto la masa salarial como la deuda pública, dos temas claves de la gestión Saiz por la tendencia que están mostrando, son analizados en los recuadros adjuntos.
? El indicador que sale de las erogaciones corrientes (salarios, funcionamiento, etcétera) y erogaciones totales muestra también cierto deterioro en el tiempo. En este sentido hay que señalar que, por lo general, en una provincia, cuanto mayor es la participación del gasto de capital (obra pública e inversión) sobre el corriente más saludables están sus finanzas. Saiz asumió su gestión con gastos corrientes representando el 90% del total de las erogaciones. Un año después este índice mostró una importante mejora ubicándose en el 82% y hoy volvió otra vez a instalarse en la línea del 90%.
? La relación entre gastos en obra pública respecto de las erogaciones totales mantiene cierta estabilidad en el tiempo. La constante que se observa en los presupuestos son los bajos niveles de inversión pública que existen en la provincia. En promedio, el 8% del total de los gastos del Estado se orientan a este rubro. Una de las causas de esta situación es la falta de una política definida hacia este segmento de la economía que debe ser avalada por un férreo control de las cuentas públicas con superávit fiscal corriente para generar los fondos a utilizar en obras.
? Por último están las erogaciones totales que realiza el Estado rionegrino por habitante. Aquí también se dispara fuertemente el indicador. En el 2003 Saiz asumió su gestión con un gasto total per cápita de 1.573 pesos. Para el cierre del 2009 se proyecta un valor en torno a los 6.037 pesos, lo que refleja un crecimiento cercano al 300%. Este aumento del gasto no se vio reflejado en mejoras para la población en los servicios de salud, educación y seguridad.
En definitiva, Saiz tomó la provincia en pleno rebote económico y con indicadores macro creciendo a tasas del 8% anual (período 2003-2008). Sin embargo todo ese viento de cola no fue aprovechado de la mejor manera. Los crecientes recursos generados en este período fueron canalizados a satisfacer la demanda de gastos corrientes. De ahí la reflexión sobre la falta de gestión en esta administración.