El año 2009 será recordado como uno de los peores de la historia de la industria automotriz estadounidense, marcado por la caída en picada de la venta de automóviles, importantes procesos de bancarrota y rescates gubernamentales. Las tres grandes de Detroit -General Motors (GM), Ford y Chrysler- esperan que el 2010 sea recordado como el año en el que recuperaron su confianza. Su primera oportunidad será el Salón Internacional del Automóvil de Estados Unidos en Detroit, la vitrina anual en la que las automotrices exponen lo mejor que tienen para ofrecer en el mercado norteamericano.
Se espera que alrededor de 700.000 personas visiten el Salón entre el 16 y el 24 de enero. De todas formas, atraer a nuevos compradores en 2010 será bastante difícil. GM, Chrysler y Ford fueron conocidas como las "tres grandes" durante generaciones, hasta que su dominio disminuyó en los últimos años. Las tres se despojaron de importantes marcas y miles de trabajadores para sobrevivir.
Como el año pasado, el salón del automóvil restringirá su derroche tradicional en medio de la difícil situación económica que aún vive la economía estadounidense. Habrá pocos lanzamientos ostentosos, ningún concierto de rock o desfiles como solía haber durante los tiempos de gloria.
El mercado automotor estadounidense estuvo estancado durante gran parte de 2009. Las ventas de vehículos cayeron más del 20 por ciento a lo largo del año hasta los alrededor de diez millones de unidades, mientras el país luchaba por salir de su peor recesión en generaciones.
El promedio de ventas de gran parte de la década fue de 16 millones de vehículos. Las "tres grandes" están luchando para adaptarse a la dura realidad de un mercado más pequeño y en plena transformación.
Los fabricantes asiáticos como Toyota, Honda y Nissan son ahora los rivales de los gigantes estadounidenses en el mercado local. GM y Chrysler atravesaron procesos de insolvencia en 2009 y salieron adelante con la ayuda de miles de millones de dólares en préstamos de emergencia estatales. A pesar de que mostraron señales de mejorar, ambas empresas registraron una caída en sus ventas en diciembre, GM del 5,7 por ciento y Chrysler del 3,7 por ciento.
GM salió del proceso de bancarrota con el gobierno del presidente Barack Obama como principal propietario. Su exhibición en el salón del automóvil se llevará a cabo sin algunas de sus principales marcas, que fueron vendidas el último año: Pontiac, Hummer, Saturn y la sueca Saab.
La que fuera la mayor automotriz del mundo se está centrando en cuatro marcas principales: Chevrolet, Cadillac, GMC y Buick. El jefe ejecutivo de GM, Ed Whitacre, que asumió el cargo en diciembre, dijo esta semana que cree que la compañía puede volverse rentable para 2010.
"Este negocio ha pasado por mucho, es una economía inestable y están pasando muchas cosas, pero sin duda apuntamos a la rentabilidad rápidamente, lo más rápido que podamos", señaló Whitacre.
Chrysler, el rival más pequeño de GM, salió del proceso de bancarrota controlado en gran parte por el fabricante italiano Fiat, cuyo jefe Sergio Marchionne espera llevar cierto estilo a la feria de Detroit. La muestra de Chrysler incluirá a las marcas deportivas de Fiat Ferrari y Maserati. Considerado como el hombre que dio vuelta el destino de Fiat desde que se hizo cargo de la compañía en 2004, Marchionne también destacará modelos de Fiat más pequeños que planea vender en el mercado estadounidense en los próximos años, entre los que se cuenta un automóvil eléctrico.
A diferencia de GM y Chrysler, Ford no recibió dinero del gobierno en 2009 y está comenzando a experimentar un giro en su situación. Ford comenzará a vender en Estados Unidos su automóvil compacto Fiesta, popular en Europa, en el verano (boreal) y lanzará una versión rediseñada de su Focus en el salón de Detroit.
La compañía registró un aumento de sus ventas del 30 por ciento en diciembre en comparación con el mismo período del año anterior.
Las automotrices estadounidenses fueron las más afectadas por la crisis, aunque pocos fabricantes se salvaron. Toyota, la más grande del mundo, espera recuperarse en 2010 después de registrar la primera pérdida anual de su historia en 2008 y de sufrir un destino similar en 2009.
La tendencia marca para este año automóviles más pequeños, más ecológico y llenos de tecnología. La carrera comienza en Detroit.