Fernando Merchán, un hincha "fanático" de Rosario Central que vive desde 1973 con su esposa y sus dos hijos en Melbourne, no cambiaría por nada su trabajo como chofer en una empresa de turismo del sur de Australia. Dice que ha progresado, que sus hijos pudieron estudiar y que es dueño de dos casas, pero extraña los asados y el mate, y vuelve a Rosario cada vez que se le presenta la oportunidad. "Si pudiera volverme ahora a la Argentina lo haría -dice- pero están mis hijos que nacieron acá. Están hechos a este país y ni mi señora ni yo los podemos dejar".
Trasplantado en 1973 desde Arroyito, Santa Fe, a la muy australiana ciudad de Melbourne, Merchán es hijo de franceses e italianos que llegaron a la Argentina para hacer la América, pero al fin y al cabo la historia se repite y el también tuvo que migrar. "Nací cerca de la cancha de Central y soy ´canalla´ fanático, pero en 1973 no podía conseguir trabajo y con mi señora tuvimos que elegir entre Estados Unidos y Australia", explica mientras conduce una lujosa limusina de color negro.
Confitero de oficio, Merchán admite que los primeros años fueron difíciles, "entre otras cosas porque no hablábamos nada de inglés", pero explica que enseguida consiguió trabajo y antes de dos años pudo juntar el dinero que le prestó el gobierno australiano para establecerse ahí.
"Gracias a Dios aprendimos el inglés y salimos adelante", reflexiona y relata que ahora maneja vehículos de larga y corta distancia para Murrays Limousines.
Hace casi 35 años que vive en Melbourne y aunque conoce toda Australia prefiere vivir en esa ciudad a la que considera "muy tranquila y de estilo más europeo".
Se relaciona con otros compatriotas aunque la comunidad argentina no es muy grande, a diferencia de la de habla hispana en general, que sí es voluminosa en toda Australia. Cuenta que a los dos años de llegar trajo a sus hermanos y luego a sus padres, de manera que tiene con él a casi toda la familia.
Aunque adora el mate, el fútbol y los asados, está satisfecho con lo que ha logrado en Australia: su hija es jueza y el hijo tiene una pequeña empresa de vidrios polarizados.