BUENOS AIRES (Walter Rodríguez, enviado especial).- El público de pie, el equipo a pleno en el centro de la cancha, aplausos mutuos? Es la confraternidad "albiceleste" que vuelve a flotar en el sueño, recurrente ya: el de tener la Ensaladera de Plata entre sus brazos, siempre tan cerca, siempre tan lejos.
La serie ante Holanda es asunto cerrado. Sin David Nalbandian y Del Potro, la (nueva) Argentina estrenó dupla y el resultado no pudo ser mejor. Lucas Arnold y Martín Vassallo Argüello, el veterano y el debutante, desmitificaron el eterno talón de Aquiles criollo cuando se juega Davis, y con una sólida actuación no le dieron chances a Jesse Huta Galung y Rogier Wassen. La victoria fue en sets corridos: 6-4, 7-5 y 6-3 y triunfo para la Argentina con un ya inalcanzable 3-0.
Luego de la malograda serie final del año pasado ante España, la conformación de un doble confiable y sólido era quizá la tarea más ardua para Vázquez. La dupla Arnold-Vassallo Argüello superó con creces la primera prueba y puede ser el primer eslabón para superar el histórico punto flaco de la Legión.
A pesar de ser el más experimentado de los que ayer al mediodía saltaron a la cancha (13 series disputadas y 9 ganadas en dobles), Arnold no lució en el arranque. Se mostró errático y sin confianza, como contrapartida de lo que sucedía con Vassallo Argüello. Debutante absoluto en la Davis, el de Temperley, contrariamente a lo que se espera en un estreno, lució suelto y concentrado.
En el primer set todo fue paridad hasta que Argentina quebró en el quinto game (a Huta Galung). Holanda devolvió gentilezas el juego siguiente, pero a continuación a Wassen se le encogió el brazo y quedó en cero. El local mantuvo la ventaja y cerró el parcial 6-4 en 34 minutos.
Arnold hacía ya un buen rato que estaba metido en el juego. Vasallo Argüello seguía mostrándose muy firme y quedarán en su memoria como prueba de confianza en el debut, dos globos perfectos, lo mejor del set.
Wassen recuperó algo de precisión en este parcial, pero sobre el final Huta Galung falló en un momento clave. En el undécimo game, con su servicio, cometió una doble falta y desperdició dos smash fáciles. La Argentina aprovechó el quiebre y con un soberbio servicio de Vasallo Argüello se llevó el set por 7-5.
Al comienzo del tercero, Wasser no pudo mantener su saque y preanunció el final. La dupla argentina manejó la ventaja y en el noveno quebró otra vez a Wassen y estampó el 6-3.
Parece que se ha formado una pareja, aunque falta una prueba de fuego ante rivales superiores.
Pero sin dudas, más allá de la serie ganada, el mayor logro del equipo argentino fue haber dado una sobrada prueba de vida. No es poca cosa después de aquellos duros y tristes días junto al mar.