VILLA 14 DE SEPTIEMBRE, Bolivia, (AFP) - Rodeado por los cocaleros en su feudo del Chapare, el presidente de Evo Morales votó acompañado de sus hijos -en una faceta de su vida privada muy poco conocida- y sin escolta ya que "el pueblo se organiza para darme seguridad", según dijo.
Antes de votar, el primer indígena que gobierna Bolivia se rodeó de sus dos hijos en una inédita imagen familiar, cuando ofreció un desayuno a los periodistas en Villa 14 de Septiembre, un pequeño poblado selvático del centro de Bolivia. Evaliz lo flanqueó por la derecha y Alvaro por la izquierda, ambos de unos 13 años, con quienes está muy poco por sus recargadas labores de Estado.
Sin embargo Morales aseguró que "siempre está con sus pequeños" y que no quiere exponerlos por lo que pidió a los medios "no andar detrás de ellos". "Los dos son muy parecidos", "El varón es como una copia", murmuraban los asistentes al desayuno en una gran mesa redonda en la que el mandatario invitó a sus comensales una sopa de pescado muy típica de la región. Evaliz evadió las cámaras y los micrófonos pero Alvaro aceptó responder algunas preguntas, tranquilo y orgulloso de ser el hijo del presidente.
Tras el desayuno, Morales se dirigió a una escuela pública para sufragar ante cientos de sus fieles adherentes cultivadores de la hoja de coca, con poca seguridad . "Sólo vine con mi chofer y mis pequeños", dijo. En la zona, de cuyos sindicatos aún es el máximo líder, es una costumbre que los pobladores organicen una denominada "policía sindical" . Luciendo camisetas blancas los cocaleros de la "guardia presidencial" rodearon al presidente Morales hasta la escuela pública donde emitió su voto por "la gran unidad del pueblo boliviano" tras recorrer 500 metros por una especie de callejón humano en el que saludaba a los pobladores con mucha familiaridad. "Todo el trópico está contigo", "Estás haciendo una buena gestión", le gritaban.