Las circunstancias pusieron a Ramón Saadi en un escenario clave para que vuelva a mostrar sus métodos espurios para negociar lo que sea en política. Es lo que aprendió cuando su padre era gobernador de Catamarca.
De denso pasado menemista, Ramón Saadi pasó a ser "aliado K" para las elecciones del 2009, a cambio de darle al gobierno nacional uno de los votos que podría ser clave.
A medida que avanzaba ayer el debate en el Senado, Saadi se convirtió en casi el único senador que podía dar el triunfo que buscaba contrarreloj el gobierno nacional, ya que el santiagueño Emilio Rached no se definía.
Finalmente, minutos antes de las 21, Saadi confirmó su voto a favor del gobierno.
En Catamarca, manifestantes amenazaban anoche con quemarle la casa. Sigue vivo allí el recuerdo el asesinato de María Soledad Morales en 1990, un crimen que la sociedad vinculó con el poder de los Saadi y terminó con el gobierno de quien desde anoche vuelve abrazado al kirchnerismo.
Anoche, su hermana Alicia Saadi estuvo en la Casa Rosada negociando el voto con la propia presidenta Cristina Kirchner.