NEUQUÉN (AN)- Jorge Sobisch no se presentó a declarar el día que lo citó la justicia y mandó un fax desde Mendoza para decir que asistirá al juicio por el asesinato de Carlos Fuentealba cuando regrese a la provincia. Quizá sus planes de elegir el momento de comparecer sufran una alteración: el querellante Gustavo Palmieri anticipó que hoy pedirá que lo detengan, "como a cualquier testigo renuente". La Cámara, en tanto, realiza diligencias para lograr su ubicación exacta cuyos resultados se conocerán hoy. Sin embargo, anoche circuló fuerte la versión de que hoy o mañana a primera hora se presentaría.
Otro hecho saliente de la jornada fue la imprevista declaración del imputado José Darío Poblete. Reiteró que no entiende de qué lo acusan, dijo que desconfía de la imparcialidad del tribunal que lo juzga, y pidió que citen otra vez a cuatro policías. La Cámara le hizo lugar y se presentarán hoy, cuando proyecten las cinco horas de video registradas por periodistas y particulares que asistieron a la represión del 4 de abril de 2007 en Arroyito. La ausencia de Sobisch, quien debe declarar como testigo, fue criticada por Sandra Rodríguez, la viuda de Fuentealba: "hace más de un año que estoy esperando que ponga la cara", afirmó. Y el titular de ATEN, Marcelo Guagliardo, opinó que fue "una demostración de debilidad" .
Por su parte la jefa de la seccional Neuquén del MPN, Gloria Sifuentes, quien a última hora del lunes levantó la movilización sobischista a la que convocó, fue crítica con "los compañeros que están en el gobierno" por no mostrar una postura "más participativa y de más respaldo a una persona que condujo los destinos del partido durante tantos años"
El efecto inmediato que produjo el faltazo del ex gobernador fue la descompresión del impresionante operativo de seguridad montado alrededor de la vieja Legislatura, donde se realiza el juicio. Hubo 300 policías -muy pocos de ellos visibles- y un sistema de vallas que impedía el contacto entre la avenida Olascoaga, donde se agruparon los docentes, con la calle Corrientes, donde se preveía la concentración sobischista que no fue.
La secretaria Gabriela Villalobos fue la encargada de informar, al comienzo de la audiencia de ayer -la número 13 del juicio- que habían recibido un fax de Sobisch. Lo hizo ante una sala expectante, repleta de público y periodistas como pocas veces.
Explicó que el lunes a la mañana una oficial notificadora fue dos veces al domicilio del ex gobernador, Brown 745 piso 9, y dejó la cédula de citación en la puerta del departamento en presencia del portero, quien fue testigo de la diligencia. Pasadas las 8 de ayer llegó a la sede de la Cámara un fax firmado por Sobisch en el cual manifiesta que se enteró de su citación "por distintos trascendidos en medios periodísticos". Agrega: "por razones personales de carácter impostergable me encuentro desde hace aproximadamente diez días en Mendoza, conforme lo certifico mediante exposición que adjunto. Sin perjuicio de la imposibilidad material de asistir a la audiencia de hoy, si así hubiera sido resuelto, cumplo en informar que no he recepcionado ninguna comunicación fehaciente emanada del tribunal.
Hago propicia la oportunidad para poner de manifiesto mi voluntad y predisposición de colaborar con esta causa. En caso de resolverse mi citación, compareceré en el mismo momento que arribe a esta ciudad, circunstancia que haré conocer al tribunal con mi inmediata presencia".
Luego el titular del tribunal, Mario Rodríguez Gómez, informó que uno de los hijos de Sobisch, Gastón, se había presentado en la cámara para comunicar que no había recibido ninguna notificación en el domicilio de su padre.