Será una semana política intensa la que empezó ayer en el Congreso, un lugar al que el kirchnerismo restó protagonismo con los superpoderes, un mecanismo que impide que las decisiones claves del Ejecutivo deban tener el el aval del Congreso para poder ser aplicadas
Ahora, jaqueada y sin salida por la demanda del campo y la iniciativa del vicepresidente Cobos para que la discusión se de en el Congreso, la administración de Cristina Fernández de Kirchner habló de "darle más democracia" a sus controvertidas retenciones móviles.
Buscará ahora en el Parlamento encontrar y en su mayoría dependiente el aval que le permita salir de la crisis. Todos los ojos estarán ahora allí. Y las puertas de las comisiones se abrieron ayer de par en par para "dejar ver" como ahora se trabaja a pleno.