El gobierno y el campo retomaron ayer el diálogo en una reunión que fue calificada de "positiva" por ambas partes, pese a que la presidenta Cristina Kirchner rechazó la posibilidad de suspender las retenciones móviles mientras el Congreso discute la cuestión, como reclamaron los ruralistas.
No todo fue cordialidad desde la Presidenta. Tenía preparados datos estadísticos con los que le enrostró a los dirigentes agropecuarios la siguiente acusación: " mientras los argentinos sufrían desabastecimiento por el paro agrario, las exportaciones siguieron creciendo".
Buzzi señaló al salir de la reunión que los datos mostrados por el gobierno "intentan poner a los productores en contra de los argentinos y eso lo rechazamos".
Durante la reunión de una hora y media, la presidenta aclaró a los ruralistas que ahora debe ser el Congreso el que defina el tema de las retenciones y les dijo que el Parlamento sólo trató a libro cerrado una iniciativa cuando se trató del Código Civil.
Así, la mandataria -que estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; y el ministro del Interior, Florencio Randazzo- dio a entender que "se abrió el juego" en el Congreso para debatir el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo la semana pasada.
Escucharon a la presidenta en la Sala de Situación de la Casa Rosada los dirigentes Eduardo Buzzi (Federación Agraria), Hugo Biolcatti (Sociedad Rural), Mario Llambías (CRA) y Fernando Gioino (Coninagro).
A la salida de la Casa Rosada, Buzzi explicó que durante el encuentro "la Presidenta habló de procedimientos constitucionales y de la actuación del Congreso" sobre las retenciones, por lo cual rechazó la posibilidad de que se suspenda la iniciativa hasta tanto sea ratificada o rechazada por ambas cámaras.
A su vez el titular de Confederaciones Rurales, Mario Llambías, dijo que se fue de la reunión con la sensación de que la mandataria "abrió el juego" sobre la discusión de las retenciones en el Congreso, al asegurar que Cristina dijo que en el Parlamento "sólo se aprobó a libro cerrado el Código Civil".
Durante el encuentro, la presidenta exhibió cifras de la Aduana que revelan que "en estos cien días las exportaciones de granos siguieron creciendo en la Argentina" y cuestionó a los dirigentes rurales de que "mientras esto pasaba los argentinos sufrían el desabastecimiento", informó Fernández.
"Cristina dijo que veía con cierto pesar estos datos y pidió que nunca mas tengamos que vivir ese pesar los argentinos", sostuvo el jefe de ministros.
Además de la controversia por las retenciones, el gobierno y las entidades del agro abordaron la problemática del trigo, la carne y los lácteos, y quedaron en que el jefe de Gabinete hará una nueva convocatoria para trabajar sobre esos temas próximamente.
La reanudación del diálogo se completó con la presencia de los dirigentes ruralistas en el Parlamento (ver recuadro), donde informaron a las comisiones de Presupuesto y Agricultura, sobre el cierre de una jornada que comenzó accidentadamente, con el conflicto de las autoridades del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y militantes kirchneristas que instalaron carpas sin autorización en la Plaza Congreso. (Ver pág 4)
Para la Casa Rosada, la tercera reunión entre la presidenta y la dirigencia rural desde que se inició el conflicto "fue positiva, franca y sincera".
Por su parte, los ruralistas fijaron su posición en las afueras de la Casa Rosada, donde destacaron la importancia de la "reconstitución de una instancia democrática", pero advirtieron que la serie de reclamos que presentaron no fueron respondidos satisfactoriamente y que aún no se fijó fecha para una nuevo encuentro.
(DyN y Redacción Central)