Es el buscador más usado del mundo. Su nombre es tan conocido que incluso se le inventó un verbo (googlear). Y ayer, además, un jurado de intelectuales españoles ha terminado de coronar a Google con el premio Príncipe de Asturias "por hacer posible una revolución cultural y propiciar el acceso generalizado al conocimiento".
Todo eso consideró el jurado al otorgarle el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2008. Aunque, a decir verdad, fue un fallo muy polémico (ver aparte). Es que el premio, recibido el año pasado por la revista "Nature & Science", distingue anualmente a una persona, a un grupo o a una institución cuya labor creadora o de investigación represente un aporte relevante a la cultura universal.
El buscador de internet, creado por Sergey Brin (nacido en Moscú en 1973) y Larry Page (Michigan, Estados Unidos, 1973), se impuso a la agencia fotográfica Magnum, finalista en tres ocasiones para el premio de Comunicación y Humanidades.
En su página web, la Fundación Príncipe de Asturias destacó que Google "es el mejor buscador de la historia de internet y permite a millones de usuarios de todo el mundo acceder a un universo de conocimientos e información de forma extraordinariamente rápida y organizada".
El director del Área de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Google para América Latina, Alberto Arebalos, afirmó que el premio fue inesperado por la compañía y que "reconoce un espacio que internet se ganó en todo el mundo".
"El aporte más importante que hace Google a las comunicaciones es facilitarle a la gente la búsqueda de información", continuó. "La web es un océano de información y la misión del buscador es hacerla accesible, relevante y útil a toda la comunidad".
"Un premio de estas características es un reconocimiento a que internet tiene un lugar ganado en la cultura contemporánea -dijo Arebalos-. La red ocupa un lugar tan central en la vida de millones de personas, que a esta altura es extraño acordarse de un mundo donde no había chat o mail".
La candidatura de Google fue propuesta por José Luis Pardos, embajador de España, con el apoyo del vicepresidente norteamericano Al Gore. (Agencias)