El premio Príncipe de Asturias de la Comunicación llegó con polémica. Es que, de acuerdo al estatuto, debe otorgarse a "una persona, equipo de trabajo o institución". Y en este caso, el elegido es una herramienta.
Un día antes del fallo, algunos miembros del jurado habían manifestado sus preferencias por el periodista Manuel Leguineche. El jurado, y presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari, fue uno de ellos, que opinó que el premio tendría que cambiar de nombre y llamarse: 'Comunicación, Humanidades y Máquina Herramienta'. "Eso es lo que es 'Google', una máquina herramienta", opinó.
Google se impuso no sólo a la agencia fotográfica Magnum sino también al periodista Bob Woodward, a Daniel Cohn-Bendit, líder del Mayo del 68, y a Wikipedia, la enciclopedia virtual.
La sección española de Reporteros sin Fronteras consideró que Google puede merecer el premio de Comunicación, pero no el de Humanidades por su actuación en China, donde ha accedido a autocensurar sus contenidos.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, manifestó que el fallo muestra "cierto patetismo". "Tengo una opinión muy mala, no lo entiendo bien. Se debe, supongo, a la pasión por la tecnología. La concesión tiene un aire hollywoodense".