Viendo los noticieros sobre lo que está pasando, me da muchísima indignación al pensar que tenemos un país tan rico en producciones y que sea devastado por el gobierno Nacional.
Esta gente lo único que está pidiendo es diálogo, "algo que se perdió hace tiempo". Nuestra presidenta está violando un derecho que es la libertad de expresión. Parece mentira que en un país democrático estén sucediendo estas cosas.
Realmente es una vergüenza a nivel nacional y a nivel internacional.
Si Cristina Fernández le cuestionó al presidente de Guinea Ecuatorial las violaciones a los derechos humanos, déjenme decirles que en Argentina deja mucho que desear.
Señora presidenta: tome conciencia de la situación que están sufriendo los trabajadores del campo y solucione las cosas, sólo piden diálogo.
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nos dejo su opinion
ANDRE
Daiana la verdad que no coincido para nada con vos, este modelo de pais lo elegimos entre todos y la presidenta no esta violando nada, lo unico q hace es tratar de equilibrar nuestro pais, a su manera obvio. Acaso preferirias no tener carne, maiz o leche???
JUAN PABLO
Daiana....el dialogo ya lo tienen. Pero no hay marcha atras. Vos con tu voto, elegiste un modelo de gobierno y por ende uno de pais. entonces no critiques a la Presidenta porque las politicas de estado no se discuten. se acatan. y mas como en estos casos, que sin control al campo, implicaria el quiebre de nuestro pais. La Presidenta no viola nada, lee la constitucion nacional....
"Recapaciten, por favor"
El razonamiento y la palabra son herramientas que diferencian a los seres humanos de las bestias; cuando no se las utiliza, cuando se reniega de ellas, cuando se impone en lugar de buscar y encontrar consensos, cuando los criterios se fuerzan, ambas categorías -seres humanos y bestias- quedan igualadas.
Semejante retroceso estamos observando hoy por hoy en esta increíble realidad de los argentinos, en donde los gobernantes en lugar de gobernar, imponen; en lugar de persuadir, obligan; en lugar de habilitar diálogos y concertaciones, cooptan voluntades, arriendan adhesiones, hurtan pertenencias; en lugar de asegurar coherencia entre palabra y acción, hilvanan discursos increíbles y falaces, que de tanto repetir terminan creyéndolos, solamente ellos.
Algo más de un cuarto de siglo de democracia ininterrumpida nos enseña mucho; entre eso, algo elemental: que en política los espejismos pueden fabricarse y utilizarse, pero siempre se terminan y cuando eso ocurre, todo lo ganado con la imagen falaz se derrumba en un instante y los engañados hacen tronar el escarmiento.
Las retenciones a las exportaciones constituyen una buena herramienta de las políticas gubernamentales; siempre y cuando se las utilice con sentido común, con solidaridad, con transparencia. Se transforman en un elemento de presión, en una injusticia, en elementos discriminadores y generadores de reacciones cuando se aplican con sentido confiscatorio y con motivaciones que se ocultan, pero no se desconocen.
El gobierno sabe todo esto y lo utiliza como un elemento provocador, de confrontación basada en prejuicios más que en hechos objetivos del presente. Porque para los gobernantes nacionales el consenso es una práctica ajena. Ellos sólo buscan confrontar y derrotar, anular, destruir a lo diferente.
Parte de la sociedad está hastiada de prepotencias, aprietes y corrupción; otra parte va despertando, saliendo del espejismo que propone la necesidad de creer en algo y alguien. Pero los gobernantes siguen con piloto automático, no advirtiendo que lo que hasta hace poco les sirvió como elemento de dominación de voluntades y conductas, hoy se les está volviendo en contra. Tal vez pensando que con la fuerza bruta pueden mantener el adormecimiento social.
Por suerte es una etapa en vías de superación. Espero que el gobierno se dé cuenta a tiempo, porque el futuro de los argentinos, para que sea digno, necesita de una democracia lo menos imperfecta posible y del aporte de todos, por sobre cualquier diferencia sectorial. El gobierno nacional es demasiado joven; y puede y debe corregir sus comportamientos.
Desde mi mayor simpleza, deseo a través de la presente reflejar el sentimiento de "inmensa gratitud" que se instaló en mí después del acontecimiento vivido: no sé cómo llamarlo, entonces voy a usar las palabras de uno de los médicos que intervino: "No le vamos a poner nombre ni apellido, vamos a dejar que eso lo haga el patólogo..." y el patólogo dijo: úlcera infecciosa de tipo aftoifea.
Entonces voy a dejar que cada uno le ponga el nombre que desee porque yo ya no sé. ¿Error de diagnóstico previo? ¿Se equivocaron las máquinas, los estudios, los médicos? ¿Milagro? Lo importante es que hoy, aquí y ahora, estoy sana.
Sólo tengo que cuidarme y reponer mi físico de una cirugía mayor y mi mente de pensamientos pocos saludables. Por esto agradezco a a los médicos que colaboraron, a toda mi gente (familia, esposo, hijos, amigos, conocidos, pacientes, etc.) que cada uno a su manera (rezando, haciendo novenas, visualizando, meditando, etc.) compartieron y comparten estos momentos conmigo.
¡Gracias por tanto amor! Ese amor es el verdadero protagonista. ¡Gracias! ¡Los amo!
"Les quitan la oportunidad del conocimiento y la formación"
Días pasados se hace presente en mi domicilio la señora Cristina Trillo, profesora de adultos, dependiente del CPE (Consejo Provincial de Educación), Nucleamiento Nº 1 de Neuquén.
Grande fue mi sorpresa e indignación al enterarme de la negativa de los que hoy dirigen los destinos del Bº Huilliches a la propuesta de la señora: colocar en la vecinal una escuela para adultos.
Creo menester informar a los ciudadanos de este querido barrio de la necesidad imperiosa de una escuela como la ofrecida en esta comunidad, son muchos los que la necesitan.
Los jóvenes -que por distintos motivos no pudieron hacer la primaria- o aquellos adultos que quieren tener los conocimientos básicos o cumplir con un sueño pendiente que la vida les quitó. Hoy es la comisión directiva encabezada por el señor César Gaspar quien procede de la misma manera, quitándole la oportunidad del conocimiento y la formación a esa fracción de la sociedad.
Como en la monarquía, se prohibía a los que no eran ciudadanos tomar los libros y aprender a leer.
Hoy, como ayer, sin conocimiento no tenemos la mínima posibilidad de progreso y aún más, con esta actitud cerrada no se aporta absolutamente nada al crecimiento y mejor calidad de vida de nuestra sociedad.
Las comisiones vecinales fueron creadas para resolver y gestionar las necesidades de la gente en su conjunto; abarca también las necesidades físicas del barrio y socioculturales, entre ellas escuelas y bibliotecas.
En esto "nuestros representantes" tampoco se ponen en sintonía.
La biblioteca desapareció con mobiliario y materiales didácticos, de las donaciones y aportes de fundaciones de los Estados municipales, provinciales y nacionales nadie sabe nada de su destino ni sus directivos (son vecinos), de esto tampoco saben nada.
Debo sí reconocer la actitud del presidente del Bº Unión de Mayo, Gustavo Ancafíl, la acción contraria a la de Huilliches, aceptando la propuesta de la profesora Cristina para el funcionamiento de la escuela en su vecinal, gestos como estos son los que deben primar en la dirigencia toda.
Lo saludo y hago público mi agradecimiento en nombre de los jóvenes y adultos que se beneficiarán con tal decisión.
Tituló el diario "El ciudadano": " Restringirían la construcción de lujoso hotel en Bariloche".
Si OSPLAD al vender el predio del hotel lago Moreno actuó con buena o mala fe no lo sé y tampoco es el tema del que quiero hablar, esto serán los señores políticos los que lo definan.
Hoy me quiero referir a presiones que estarían realizando algunos empresarios para frenar dicho emprendimiento y a comentarios vertidos por algunos concejales, que a mí entender tuvieron una mirada por lo menos prejuiciosa de acuerdo a lo que leí en el diario "El Ciudadano", del día 19 de marzo.
Al señor Alan Faena no lo conozco, lo que sí conozco es el hotel que proyectó y construyó el arquitecto Philippe Starck para Alan Faena en Puerto Madero; me pareció alucinante y de una arquitectura soberbia.
Bariloche posee sólo un hotel cinco estrellas en Llao Llao, si Bariloche quiere apuntar a turismo de alto vuelo y queremos levantar el nivel del turismo que arriba a la ciudad, necesitamos obras con este tipo de envergadura, tengamos una mirada amplia y no nivelemos para abajo. El hotel de Alan Faena trabaja con un nicho de mercado de altísimo poder adquisitivo.
Conociendo la obra que este señor realizó en Puerto Madero, seguramente el hotel que construya nos dejará plenamente satisfechos.
Señores concejales, tengamos mucho cuidado con este tipo de expresiones y no se dejen llevar por miradas o intereses parciales, estamos hablando de un hotel para un nicho de mercado inexplorado y que casi con seguridad sus clientes no se desplazarían a Bariloche si no contaran con el confort al que están acostumbrados, no seamos miopes.
Tengo entendido que el predio es de 45 hectáreas, el actual Código Urbanístico permite construir muchísimo más que la carga de un hotel de 140 habitaciones.
No entiendo cómo se pueden asustar porque alguien quiere realizar este tipo de inversiones, deberíamos incentivar este tipo de obras.
Además, si tenemos en cuenta que por cada huésped de un hotel de estas características se requieren casi tres personas para su atención, estamos hablando de alrededor de 700 puestos de trabajo para la gente de Bariloche, repito, 700 familias que se beneficiarán por este emprendimiento.
Por supuesto... como todo proyecto que se presente en la Municipalidad de Bariloche deberá contar con el correspondiente estudio de impacto ambiental y todos los requerimientos que sean necesarios para la construcción y habilitación de un establecimiento de este nivel.
Señores concejales, ustedes señalaron (según el diario "El Ciudadano") que existen herramientas para "parar, reformular y hasta frenar el proyecto", me parecen como mínimo apresuradas estas expresiones. Ustedes representan a ciudadanos que quieren trabajo digno para vivir y este tipo de emprendimiento no le saca trabajo a nadie y sí crea muchísimos puestos de trabajo.
Seamos prudentes y tratemos con más cuidado las palabras cuando de inversiones de este tipo se trata.