NEUQUEN (AN).- Al cierre de esta edición, el candidato a intendente del MPN, José Brillo, había optado por un riguroso silencio. Lo único claro en su búnker era que la elección se definiría voto a voto, y por eso este panorama se traducía en rostros de ansiedad y expectación. De todos modos, seguían manteniendo la esperanza de que al final el candidato del oficialismo se adjudicaría el triunfo.
De forma extraoficial sus allegados proyectaban un margen de seis puntos porcentuales hacia el final de la votación, por encima del candidato de la Concertación, Martín Farizano.
A las 23.30 los datos del partido provincial le otorgaban a Brillo 4.843 votos (42,5%) y a su principal contrincante 4.603 sufragios (40,48%).
Estaba claro que podía pasar cualquier cosa: sólo se habían cargado en esos registros 55 de las 497 mesas de la capital provincial (11%).
El silencio se rompió cerca de las 22, ante las insistentes consultas de la prensa. El único que mantuvo un breve contacto con la decena de medios locales fue el primer candidato a concejal Mario Pilatti. Fue una salida breve, que no se extendió por más de cinco minutos. Y se mostró muy cauto sobre los resultados.
Dijo que tenía datos "informales" y añadió que los fiscales del MPN en mesas de toda la ciudad hablaban de una diferencia que "nos permite ser optimistas".
Aunque expresó que no podía cuantificar esa sensación en datos, porque partía del panorama que le describían telefónicamente, sin información oficial.
En la misma sintonía, mantuvo que era "aventurado afirmar que se trata de una tendencia definitiva" a favor.
Antes, durante buena parte del día, los operadores del partido provincial aseguraban que el mejor desempeño de Brillo se había registrado en los barrios de la periferia, reductos donde el oficialismo suele obtener el mayor caudal de votos.