De había prometido ser lo más objetivo posible para hacer esta revisión. Pero ¿cómo hacerlo cuando el producto del cual les voy a hablar en las próximas líneas es un producto casi soñado, añorado, deseado por todos aquellos que ya somos un poco "mayorcitos" en el mundo digital, y gastábamos cientos de monedas en las máquinas Arcade cuando salíamos del colegio (o cuando directamente preferíamos "saltearnos" la escuela para desafiar al Pac Man, al Galaga, al Wonder Boy, al Gyruss, al Hyper Olimpic, al Street Fighter, al Bubble Bobble y siguen las firmas)? Bien, señores. Para todos aquellos que, gracias a ese maravilloso invento llamado MAME (por si algún descolgado no sabe de qué se trata, sus siglas corresponden a Multiple Arcade Machine Emulator, algo así como Emulador Múltiple de Máquinas Arcade), hemos gastado las teclas de nuestro pobre teclado hasta hacer que prácticamente desaparezcan las letras, o buscamos desesperados un joystick para poder sentir que estábamos verdaderamente frente a una máquina arcade, llegó Playcade, un producto cuasi artesanal desarrollado por un amante de lo viejos juegos, que quiso hacer un producto digno, acorde con las circunstancias.
Lo primero que sorprende cuando tenemos con nosotros la caja en la cual viene el dispositivo en cuestión es el peso. Así es, el Playcade pesa la friolera de... ¡¡3 kilos!! El joystick rebasa sobriedad, dedicación y amor por donde se lo mire. Terminaciones y detalles excelentes, ingredientes verdaderamente profesionales, con una palanca y botones que son utilizados en máquinas arcade de verdad, todo encuadrado en una soberbia caja de metal, dan el aspecto de que este producto es irrompible. Y así parece nomás. Debo confesar que disfrute muchísimo haciendo la revisión de este producto. Me pasé horas jugando al Gauntlet, al Rygar, al Wonder Boy, al PacLand y a varios más, sin encontrarle fallas o defectos al joystick. Rápida respuesta a los movimientos, muy buen desempeño de los botones, la posibilidad de configurar éstos a nuestro gusto desde las preferencias del MAME (detalles como un botón para el jugador 1 y un botón para el jugador 2, u otro botón para el famoso "insert coin") hacen que nos transportemos a nuestra juventud. No necesita drivers en Windows XP o 2000. El resto es configurar el MAME para utilizar TODOS los botones del joystick, que viene en dos versiones, con seis botones y con diez. Nosotros tuvimos la suerte de probar la versión de diez botones, con seis botones "exclusivos" para aquellos juegos del estilo Street Fighter.
En el comienzo les había comentado que me iba a resultar muy difícil poder ser objetivo, pero no digan que no lo intenté. Este joystick es perfecto para lo que fue desarrollado. No le encontré puntos débiles, incluso tiene algunos detalles como los botones "turbo" (léase, autofire) y los "botones de goma", que permiten apoyar el joystick en el escritorio para que éste no se despegue ni "baile", sino que quede firmemente agarrado. Sometimos el joystick a juegos que requerían movimientos bruscos y continuos, y no nos defraudó. Es más, sólo logró que mi novia me regañara durante todo un fin de semana debido a que no me podía despegar de la silla, anonadado por la nostalgia, por la adicción que lograban estos juegos "viejos" en mí.
SEBASTIAN GURVITSCH
