CIPOLLETTI (AC).- Carlos Pablo, padre de Facundo, presenció ayer todo el debate acompañado de familiares de otros casos de la región, como el triple crimen de 1997, Ana Zerdán, Opazo y Ortiz.
Pablo busca ahora una respuesta del ámbito penal porque considera que hay "responsables" en el deceso de su hijo, pero se prepara también para avanzar en una demanda civil contra el sanatorio donde ocurrió el deceso. "Hay gente que hay que tocarle la moral. Y la moral, es el bolsillo", aseguró.
Facundo Pablo tenía 18 años y estudiaba en Córdoba. Quería ser licenciado en comercialización con orientación marketing.
En abril de 2004 había regresado a la región porque tenía una cirugía programada de oído: debían colocarle diábolos, una operación "simple", según le dijeron a su familia. Pero en menos de 24 horas de haber ingresado al quirófano, murió.
Ayer comenzaron a juzgar a los cuatro médicos sospechados de "homicidio culposo" por el deceso de este joven. Se sospecha que Pablo Kirilovsky, luego de haber iniciado la aplicación de la anestesia, no habría advertido fallas en la ventilación y eliminación de dióxido de carbono por falta de un capnógrafo, hecho que habría producido un paro cardíaco en el paciente. Y que lo terapistas Joaquín Víctor Andrade (representado por el abogado José Gerez), Fabiana Inés Aguirre Neira (Gerardo Tejeda) y Nelson Fernández Santiváñez (Germán Busamia) habrían actuado con "imprudencia, negligencia, impericia en su profesión"; que no habrían analizado estudios de laboratorio y habrían efectuado un tratamiento "inadecuado, provocando así el deterioro general de la salud, edema de pulmón".