CIPOLLETTI (AC).- El anestesista Pablo Kirilovsky puso como ejemplo los casos de futbolistas que se mueren en forma repentina a pesar de haber tenido todos los estudios de rigor necesarios para realizar prácticas deportivas. Su hipótesis es que la causa de la muerte de Facundo Pablo fue "cardiogénica", no por una falla en la ventilación y eliminación de dióxido de carbono, como le reprochan.

Sin embargo la querella insiste en esta segunda posibilidad, incluso luego de haber escuchado el relato de Kirilovsky, uno de los cuatro médicos imputados en el homicidio culposo del joven de 18 años.

"Las razones cardiogénicas no tienen nada que ver con los datos concretos que ya se tenían", dijo el abogado de la familia, Oscar Pandolfi. El querellante afirmó que el paro cardíaco que tuvo Facundo en quirófano apenas comenzó la inducción anestésica fue "por el mal funcionamiento del aparato de ventilación, que o casualidad, al día siguiente fue a Buenos Aires al service".

Pandolfi le preguntó a Kirilovsky por qué no pidió que se hicieran más análisis en base a las muestras extraídas en la autopsia si su presunción es que se trató de una enfermedad congénita. Y el médico le respondió que esa decisión corría por cuenta de su abogado. "No lo pudo contestar", evaluó el querellante al finalizar la audiencia.

Ayer los integrantes de la Cámara Segunda del Crimen de Cipolletti comenzaron a juzgar la responsabilidad del anestesista Kirilovsky y los médicos de terapia intensiva Fabiana Aguirre Neira, Joaquín Víctor Andrade y Nelson Rubén Fernández Santiváñez. Los cuatro están imputados por el delito de "homicidio culposo" debido al deceso de Facundo Pablo en el sanatorio Río Negro.

La jornada fue extensa, agotadora. Es que se trata de un debate en el que se mezclan los términos médicos con los jurídicos y que por momentos hacen dificultoso para las partes el entendimiento. Surgen nombres de patologías, aparatología y drogas que requieren explicaciones más precisas.

Pero sin duda el equipo más importante en la causa y que ayer fue motivo de reiteradas consultas es el capnógrafo, un aparato que permite la medición y registro del dióxido de carbono.

Según la imputación, cuando el 7 de abril de 2004 el joven de 18 años empezó a

ser anestesiado para una cirugía programada de oído, este equipo no estaba. Eso habría impedido, según la acusación, que se verificara la ventilación del paciente. Se presume que Pablo tuvo un paro cardíaco debido a una intoxicación por dióxido de carbono, aunque luego tuvo otras complicaciones ante presuntas "negligencias, imprudencias e impericias" en terapia intensiva. Murió en la mañana del día 8.

Kirilovsky ayer aseguró que tenían este equipo, que está "permanentemente en quirófano y funcionaba bien".

La audiencia comenzó con un pedido de nulidad de Gerardo Tejeda, el abogado que representa a Kirilovsky y a Neira, debido a que se trata de un juicio correccional y no está un solo juez al frente del debate sino la Cámara Segunda completa. Pero los magistrados no le hicieron lugar a la solicitud y se avanzó con la lectura de la requisitoria fiscal.

Luego se le dio la oportunidad a los imputados para que declararan. Kirilovsky primero se abstuvo y luego de escuchar el relato de Andrade (ver aparte), decidió sentarse en el banquillo para realizar "aclaraciones". Aguirre Neira dijo que declarará cuando haya "médicos" y Fernández Santiváñez se abstuvo.