NEUQUEN (AN)- El control de seguridad del taxi y de sus pasajeros puede durar menos de un minuto, o más de cinco debido a muchos factores: a veces en el puesto hay otras unidades esperando, o el pasaje es numeroso, o el agente policial resulta más lento para hacer el trámite, o sospecha algo y decide revisar además el baúl. El tiempo es dinero, y durante toda la inspección el reloj del automóvil de alquiler no se detiene. Por eso el costo del operativo lo está pagando en usuario.
Por cada minuto de espera cae una ficha de 13 centavos. El monto parece insignificante a cambio de la seguridad que supuestamente retribuye el control, pero es un recargo que debe pagar el pasajero y nadie había pensado en eso.
En Neuquén hay usuarios frecuentes de taxis que se han encontrado con este inesperado encarecimiento en la tarifa; para ellos la suma de minutos a lo largo del día o la semana representa un gasto adicional más alto todavía.
Quizá con un descuento en el precio final del viaje, las cosas vuelvan a su justo lugar.
Los controles, por los cuales los taxistas deben pasar en forma obligatoria, están ubicados en puntos estratégicos como los puentes carreteros y algunas zonas del oeste neuquino, lo que los choferes llaman "zonas rojas" del delito en la ciudad.