"Gracias por comunicarse con Camuzzi Gas del Sur. Su llamado será transferido al personal de atención de emergencias..." Con este mensaje se encontró el intendente Sánchez cuando en plena emergencia necesitó comunicarse con la empresa propietaria del gasoducto de alta presión que había sido roto por una retroexcavadora y estaba expulsando incontroladamente el peligroso fluido al aire.

"Fue difícil conectarnos con ellos", indicó Sánchez. La empresa en la ciudad "no tiene oficinas, ni responsables" continuó y como la máxima autoridad de Allen debió llamar al teléfono de emergencias del que, además, no obtuvo respuestas.

De hecho, recién pudieron dar con técnicos cerca de una hora después de desatada la alarma, luego de que interviniera el ministro de Hacienda, Pablo Verani quien se contactó con el secretario de Obras Públicas de la provincia, José López, quien aportó datos de cómo ubicar a los responsables de Camuzzi.

Entre tanto, todo Allen podía ver la nube de polvo que la alta presión del gas había levantado por encima de la superficie y escuchar silbido que provocaba el masivo escape de combustible. Sánchez manifestó que luego la empresa trabajó muy bien y cerca de las 10 de la noche ya estaba todo resuelto.

No obstante, los primeros minutos fueron dramáticos ya que nadie sabía qué podía pasar si el gas se encontraba una chispa.

Tiempo después le explicaron que si se prendía fuego sólo quedaría una gran llama saliendo del caño, pero sin provocar explosiones y, como afortunadamente no había viento, no habría pasado a mayores.