Daniel Nahuelcura es vicepresidente de la Junta Vecinal del barrio Progreso y uno de los que se reunió con el intendente Carlos Sánchez, en busca de respuestas a lo que consideran una amenaza para la seguridad de los vecinos y que es la instalación irregular y explosiva de hornos de ladrillo encima del gasoducto y debajo de las líneas de alta tensión eléctrica que pasan por la zona norte de la ciudad.

Mil metros lo separan de lugar donde se rompió el caño de alta presión cuando una retroexcavadora, que trabajaba sin autorización, estaba intentando abrir una entrada desde la calle a una instalación de hornos.

Nahuelcura contó que fue todo pánico, desinformación y desconcierto.

Primero creyeron que el fuerte silbido que se escuchaba era producido por aviones que surcaban el cielo. Luego empezaron a sentir el clásico nauseabundo y tóxico olor que provocaba mareos y arcadas a los vecinos, pero al ver pasar a toda velocidad una retroexcavadora el panorama empezó a tomar forma.

A esa altura, la versión de un caño roto ya circulaba de boca en boca acompañada de un miedo generalizado a que ocurriera una explosión.

Lo más grave es que no podían comunicarse con ninguna voz autorizada que les dijera qué estaba pasando.

"Defensa Civil no atendía" indicó Nahuelcura y llegó recién después de los bomberos, la policía y el personal de Camuzzi.

Sin bien señaló que esa dependencia "no tiene el mínimo equipamiento para prevenir nada", los vecinos hubieran valorado que por radio informaran qué estaba pasando realmente para poder tranquilizarse.

Ahora, lo que los vecinos le pidieron puntualmente al intendente allense es que saque lo hornos que proliferaron el último año y que "están mal ubicados" (es decir sobre el gasoducto o bajo las líneas de tensión) y a futuro que ordenen la instalación de estos hornos.