BUENOS AIRES (ABA).- Hubo esmero -un acto de sensatez en medio de tanta insensatez nacional-, en evitar desórdenes. Juan Carlos Blumberg se le animó en sus propias narices al presidente Néstor Kirchner, y ganó la Plaza de Mayo, al frente de una legión de ciudadanos afectados por la ola de inseguridad.
A unos 700 metros de allí, los piqueteros que responden a los hoy funcionarios Emilio Pérsico y Luis D'Elía, en un acto previo de marcado contraste secundario, trataron de descalificar la convocatoria de Blumberg, diciendo que en ella se escondían los que "quieren impunidad para delitos atroces" perpetrados durante la última dictadura. Si bien captaron la atención de los medios y con su despliegue, pacífico, subliminalmente pretendieron infundir temor a los participantes de la otra marcha, sufrieron un duro traspié al ser desautorizados por el premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, quien se apartó molesto por el protagonismo inconsulto de D´Elía.
Algo cambió a partir de ayer en la relación entre Blumberg y la Rosada. En realidad, hasta hace días se lo trataba con guante de seda. En algunas ocasiones, el Presidente le abrió las puertas de su despacho y siempre era Aníbal Fernández el encargado de darle respuestas. El ingeniero se quejó por no haber encontrado ayer ni al ministro del Interior ni al jefe de gabinete para entregarles el petitorio con sus reclamos. Apenas rescató la atención que le brindó el vicepresidente Daniel Scioli.
"No nos van a torcer el brazo...la plaza es de todos los argentinos...los derechos humanos son de todos...", expresó de espaldas a la sede gubernamental.
Blumberg impidió que se generalizaran los abucheos al Presidente, pero no los gritos contra el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá y el ministro de Seguridad, León Arslanián. "¿Para quién trabajan? ¿Para los delincuentes?", atacó. Disgustado porque Blumberg le instalaba un tema, la inseguridad, que no estaba en su "agenda", Kirchner dio vía libre a D´Elía para que saliera a "politizar" la jornada, luego de que Alberto Fernández había asegurado que no habría "contramarcha".
La aparente indiferencia oficial ocultó enojos ¿Tiene futuro político Blumberg? Sí, a juzgar por los mensajes elípticos que mandó ayer. "En democracia, se decide con el voto", proclamó. El padre del infortunado Axel, ha tenido numerosas reuniones con dirigentes de la oposición. Mauricio Macri, de PRO, le está ofreciendo con insistencia que sea a candidato a gobernador de Buenos Aires, pero hasta ahora Blumberg ha respondido que su cometido principal es el juicio oral y público a los secuestradores y asesinos de su hijo.
No es un secreto de que el ingeniero Blumberg tiene muy buena imagen entre gente que se moviliza espontáneamente. Le critican que se le hayan "colgado" personajes ligados a la derecha violenta. Sin embargo, nadie le puede negar el derecho a movilizarse detrás de un objetivo que, como apuntó el secretario de Provincias Rafael Follonier a esta agencia, "debería juntar a todos para diseñar una política de Estado, y no hacer politiquería doméstica barata".
ARNALDO PAGANETTI
