El país entró en default, pero las negociaciones no se cortan 10-9-03

Miércoles 10 de setiembre de 2003

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Los efectos que se avecinan

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Kirchner, duro pero condicionado

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La Bolsa cayó 3,6% y el dólar estuvo tranquilo

TENSION CON EL FMI

El país entró en default, pero las negociaciones no se cortan

El Fondo tiene 30 días para analizar incumplimiento. La Argentina se aísla más en el plano internacional.

Kirchner atacó a primera hora a los sectores neoliberales y más tarde desautorizó a Lavagna, que quería pagarle al FMI.

La Argentina entró ayer técnicamente en default con el FMI, como en el 2001 lo había hecho con los acreedores privados, a raíz de la decisión del presidente Kirchner de mantenerse en su posición de incumplir con un vencimiento por 2.900 millones de dólares si el organismo no enviaba señales concretas sobre un acuerdo de mediano plazo entre las partes.

Esta determinación aísla más al país en el escenario internacional y, de no revertirse, en el plano interno afectará la reactivación económica, el empleo y la llegada de inversiones Además, la postura final que marcó el presidente, tensó sensiblemente su relación con el ministro Lavagna, quien amagó con renunciar (ver "Lavagna). El titular de Hacienda le manifestó el gran error que significaba no afrontar el pago de vencimientos con las reservas Al no pagar ayer, el país entraría en default si en treinta días no acuerda con el Fondo, según establecen los estatutos del organismo.

A pesar del incumplimiento, las negociaciones entre las partes continuaron en forma intensa, con el fin de sacarlas del pantano en el que quedaron sumergidas por las altas exigencias de la entidad y la intransigencia de la autoridades nacionales Al cierre de la jornada, el gobierno salió a desdramatizar la situación. Ratificó su "voluntad" de seguir negociando para alcanzar un acuerdo y dijo que no pagó el vencimiento para "no comprometer el 25% de las reservas" monetarias A través de un comunicado se precisó que "el Gobierno ha ratificado su voluntad y su intención de continuar las negociaciones en curso con vistas a alcanzar un acuerdo que asegure el crecimiento económico, el aument del empleo y la reducción de la pobreza, junto con la capacidad de normalizar -progresivamente- las relaciones con los acreedores del exterior las que se encuentran, parcialmente, en situación irregular desde el colapso de la convertibilidad a fines del 2001"

Las diferencias

El superávit fiscal y las tarifas dividen las aguas entre el Fondo y la Argentina, a la vez que se suma ahora que la devolución de los 2.900 millones de dólares que debería haber pagado sería reintegrable en un plazo de 12 meses Pasadas las 17 expiró el plazo legal para que la Argentina cancele la cuota prevista y aunque aún no se sufrirán las consecuencias directas de una cesación de pagos, se abre un lapso de trámites burocráticos que le darían al gobierno unos 30 días más de plazo para regularizar la situación.

Según fuentes gubernamentales la Argentina decidió no pagar ante la falta de una señal clara del FMI sobre la aceptación del borrador que desde el viernes está en manos del directorio del FMI en Washington. Pese al apoyo explícito del gobierno de los Estados Unidos, la Argentina y el FMI no pudieron limar sus diferencias, básicamente planteadas en el nivel de superávit que debe alcanzar el país en los próximos años para hacer frente al pago de los intereses de la deuda y un ajuste en el cuadro tarifario de las empresas de servicios esenciales. El gobierno eligió el silencio y la ausencia de declaraciones oficiales potenció los rumores, con lo cual la intranquilidad se instaló con fuerza en la plaza financiera y en distintos sectores de la comunidad.

Para colmo de males, a primera hora Kirchner salió a cuestionar con dureza a los sectores que asustan con "las siete plagas" y el "caos", en reacción a la posición de "dignidad y justicia" asumida por el Gobierno en las negociaciones con el FMI. El Presidente, quien llegó temprano a la Casa Rosada, tan sólo apuntó públicamente contra los sectores neoliberales que salieron a opinar sobre la instancia de las negociaciones con el FMI y la nueva cesación de pagos. "Si nos ponemos todos juntos, otra Argentina se puede construir. No nos vengan a asustar más con el caos y con las siete plagas. Nos han asustado con el caos y las siete plagas y terminamos como terminamos", enfatizó el mandatario.

"Creamos en nosotros mismos, los argentinos", insistió el Presidente, en un acto de reconocimiento oficial de la relación laboral de 1.400 operadores del Consejo de la Niñez, Adolescencia y Familia (DyN y Redacción Central)

Junto a los "Estados parias"

Al declararse en cesación de pagos y no recurrir a sus reservas internacionales, la Argentina se ubicó así en la misma liga de "Estados parias" que Irak y Afganistán y se transformó en el primer país sudamericano en dejar de pagar al organismo desde Perú en la década de 1980. Según fuentes del FMI, el monto del incumplimiento argentino es el mayor en la historia del organismo, fundado en diciembre de 1945. Las últimas cifras disponibles del FMI, al 30 de abril del 2002, indican que siete países se encontraban en incumplimiento de pagos de sus obligaciones: Afganistán, la República Democrática del Congo, Irak, Liberia, Somalia, Sudán y la República de Zimbabwe. El total que esas siete naciones deben al FMI totalizaba en abril casi una cifra idéntica al monto que Argentina no canceló el martes: 3.000 millones de dólares. Pero Argentina aún tiene tiempo antes de que sea sumada a la lista pública de morosos. Según el reglamento del Fondo, un país es señalado en su sitio en la Internet como en incumplimiento de pagos al cabo de tres meses de atraso.