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El país entró en default, pero las negociaciones no se cortan

Análisis

Los efectos que se avecinan

La decisión de no hacer frente a los compromisos internacionales no sólo aislará más al país. También complicará una recuperación económica, el consumo, el empleo y alejará aún más la posibilidad de que lleguen inversiones.

El impacto sobre la población no será inmediato. El paradigma "vivir con lo nuestro" tiene sus limitaciones. Si la Argentina no acuerda con sus acreedores, llegará un momento en que las limitaciones para acceder a créditos derivará en un cuello de botella sobre su capacidad de financiamiento. Y allí comenzará el deterioro económico. ¿Cuándo se presentará este escenario?. No antes de los próximos 12 meses.

Mientras esta situación se mantenga, el Gobierno seguirá apostando fuerte a los ingresos de divisas por exportaciones como fuente de financiamiento, pero en el mercado advierten que esos recursos son limitados. Para crecer, el país demanda una inyección importante de fondos desde el exterior. Manteniendo el default, este dinero no llegará.