Viernes 14 de diciembre de 2001 | ||
MAS INFORMACION La furia arrasó el centro como un vendaval |
La marcha de los estatales generó caos y violencia durante cinco horas |
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Hubo trece heridos y no menos de seis detenidos por los desmanes. |
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NEUQUEN (AN).- Esta ciudad ardió ayer en bronca y represión. La huella de una extensa jornada de violencia quedó estampada en la caótica avenida Argentina y sus alrededores, el campo de batalla en el que se enfrentaron sin tregua, durante cinco horas, policías y manifestantes estatales, bajo un sol calcinante. El de ayer fue otro jueves negro, como el que se vivió el 9 del de octubre de 1997, cuando se produjeron saqueos y destrozos en comercios porque la Legislatura había convalidado una reducción salarial. A la sede de la cámara de comercio (Acipan) ayer le bajaron los vidrios a pura piedra e intentaron incendiarla con una molotov. En el Hotel del Comahue ocurrió lo mismo y también en el bar Varoli, el preferido del gobernador Jorge Sobisch. Los duros cristales del cajero automático del Banco Nación quedaron hecho trizas, al igual que la puerta de acceso a la Banca del Lavoro. El Banco Provincia de Neuquén resistió bastante bien los ataques, aunque quedó enchastrado con bombas de alquitrán. Los locales comerciales de Movicom y CTI perdieron parte de sus vidrieras, al igual que una oficina de "La Mañana del Sur" y la agencia del diario "Clarín". A la secretaría de Energía le apuntaron con gomeras y peligrosos bolones de cerámica dura como el acero dieron en el blanco. La batalla dejó sus heridos, 12 manifestantes y un policía. También se quedó con seis detenidos. Entre los lesionados atendidos en el hospital se cuentan pacientes con impactos de bala de goma y a otros afectados por el devastador efecto que producen las potentes granadas lacrimógenas que utiliza el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP). El gobierno, de boca del ministro Jorge Gorosito, anunció anoche que van a iniciar acciones penales contra las organizaciones gremiales que convocaron a la manifestación. Si logran identificar a "personas concretas" en los incidentes, también acudirán a la justicia, agregó. Las autoridades parecen decididas acorralar a los dirigentes de ATE. Luis Manganaro, titular del BPN, informó anoche que lograron filmar a Horacio Fernández y Julio Fuentes, de ATE, "atacando al banco y a la gente". Y luego, en un acto político, el vicegobernador Jorge Sapag dijo: "los vamos a llevar a justicia". La justicia inició una investigación de oficio ayer mismo, cuando todavía se escuchaban disparos de la policía. El caso está en manos del juez Daniel Geloni. Organismos defensores de los derechos humanos no se quedaron quietos y también llevaron su denuncia a la justicia por la represión policial. Hasta antes del mediodía, el clima del paro en Neuquén era el de una protesta tranquila. Los comercios abrieron sus puertas y muy pocos bajaron la persiana en el centro. Los bancos, excepto la sucursal del Nación, atendían normalmente, aunque con pocos clientes. Los colectivos eran escasos, pero funcionaban. Las aerolíneas ARG y Austral cancelaron sus vuelos, en el EPAS atendían sólo urgencia y los hospitales continuaron muy debilitados por el paro de los estatales. En el monumento a San Martín se concentraron unas 5.000 personas. La columna puso la nariz en dirección a Casa de Gobierno y al llegar a ese lugar el tramo final se desprendió del grupo principal. Fue el primer piquete de varios que se sucedieron en la avenida Argentina. Pero fue en Gobernación, a las 12.15, donde comenzaron los incidentes. La revuelta creció y en minutos se combatía en cada esquina. La mayor parte de la gente corría escapando de las balas de goma y de los gases. La fuerza de choque de los estatales enfrentaba a los miembros del GEOP que apelaron al factor sorpresas para acorralar manifestantes. Se combatió hasta las 17 en un radio de más de diez cuadras. Hubo resistencia en el hospital Castro Rendón, en la zona donde está ubicada la sede de ATE y en el bajo, cerca del lugar donde funciona el gremio docente. La policía cruzó la raya cuando arrojó gases en forma indiscriminada en el hospital. Para inyectar un poco de optimismo frente a tanta mala noticia, Manganaro informó ayer que, pese a los destrozos, hoy van completar el pago de sueldos aunque sea manualmente billete por billete. Sobisch llevará pruebas a la Justicia NEUQUEN (AN).- El gobierno ensayará dos clases de respuesta al conflicto gremial: llevará pruebas a la justicia para determinar los intentos desestabilizadores de los dirigentes estatales y movilizará al partido gobernante para forzar el comienzo del próximo ciclo lectivo. Anoche, el gobernador Jorge Sobisch cerraba el acto central en la seccional Neuquén del MPN, donde asumieron las autoridades partidarias, bendiciendo a los "dirigentes violentos que destrozaron la ciudad", luego de anunciar que llevará a los estrados a los responsables "de querer instalar los golpes de Estado" en la República. El gobierno, dijo, actuará con toda la fuerza de "la Constitución Nacional, de la Constitución Provincial y de las leyes vigentes" durante los dos años de mandato que restan y alertó contra los "sindicalistas violentos e intolerantes" que "se escondieron en un hospital" y actúan "como marginales". Aseguró no tenerles miedo y que en su trayectoria política "nunca tiré una piedra, nunca usé un arma y nunca me escondí". Antes había hablado el vicegobernador, que con una lectura similar, estigmatizó a "los violentos que aspiran a sembrar el espanto" y que fueron padecidos por "comerciantes, empresarios, periodistas" en esta ciudad. Dijo que en la "democracia no hay lugar para los cobardes" y, como Sobisch, anunció que a "esa banda de delincuentes la vamos a llevar a la justicia". Con esos "intolerantes y fundamentalistas no vamos a dialogar". La ronda de discursos comenzó con Gloria Sifuentes, flamante presidenta de la poderosa seccional capitalina, que anunció la movilización partidaria en los barrios durante el verano, para demostrar "la historia de 40 años del MPN en el gobierno". En ese lapso habrá un seminario de "marketing político" para los militantes, y en marzo, anunció, "iremos a las escuelas para exigir a los docentes que den clase sí o sí a nuestros hijos". Anticipó que "iremos a cada asamblea que quieran hacer en las escuelas o en las comisiones vecinales". Poco antes de iniciarse el acto, que atestó el salón principal del edificio partidario de San Martín y Colón, el ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, dijo que algunos de los participantes de los incidentes de ayer habían sido reclutados de los barrios de Neuquén y de Labraña, en Cipolletti, por activistas de Quebracho provenientes de Buenos Aires. Indicó que los informes disponibles permiten asegurar que los hechos estaban cuidadosamente planificados, con maniobras distractivas y elementos incendiarios con los que se atacó la puerta principal de la Gobernación y otros edificios. Sapag, en declaraciones radiales durante los hechos, recordó que la República "trasladó la crisis a Neuquén" y como respuesta la dirigencia gremial rompió el hospital, el BPN, el edificio del Instituto de Seguridad Social del Neuquén e intentaron hacer lo mismo en la Casa de Gobierno. Y sostuvo que si los miembros de la conducción sindical quieren gobernar y legislar que se presenten a elecciones. Gorosito, dijo que los dirigentes estatales "son enemigos de la sociedad neuquina y están en contra de las instituciones". Análisis: Asfalto caliente bajo los pies El gobierno está convencido de que los desmanes cometidos ayer por los gremios estatales forman parte de un plan para sacarlo del poder y provocar una intervención federal. "Quieren mi cabeza", dijo Sobisch a sus colaboradores, mientras se sucedían los destrozos contra bancos, comercios y entidades públicas. La más prolongada de las protestas violentas que ha padecido esta ciudad -se extendió por espacio de cinco horas bajo un sol implacable- mereció el repudio de la oposición y el empresariado. No pocos se preguntan adónde apuntan los gremios. Su intransigencia parece ir bastante más allá de la defensa del salario para incursionar en una alternativa política que excluye los medios tonos: con ellos o contra ellos. Es verdad que el gobierno exhibe una inflexibilidad política que no deja lugar para grises. Como ocurrió finalmente con los Lecop, las cosas se hacen a su manera y no de ninguna otra. Como la oposición tampoco logra sacudirse su propia incoherencia, parecen quedar sólo dos opciones: adecuarse a la doctrina oficial o prepararse para las pedradas de ATE. (AN) Foto: Como una parábola de la jornada violenta vivida en la víspera entre manifestantes y policías, una joven se resiste tenazmente a la detención por parte de uno de los uniformados. |
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