Martes 4 de diciembre de 2001

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Arafat, al filo del ocaso, lucha por sobrevivir

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Feroces combates en el ingreso a Kandahar

 

Israel lanzó una fuerte ofensiva y anuncia una "larga guerra"

  Destruyeron varias sedes de los palestinos.
  JERUSALEN (ANSA/EFE) - Israel lanzó ayer una ofensiva aeronaval y terrestre en Gaza y Cisjordania, que causó al menos dos muertos y 15 heridos, en represalia por los atentados del fin de semana, provocando además la destrucción de la residencia y el helipuerto del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat.
Por otra parte, excavadores israelíes destruyeron anoche la pista del aeropuerto internacional de Gaza al tiempo que sus tropas y vehículos pesados penetraban en las localidades cisjordanas de Ramala y Nablús, informaron fuentes palestinas.
Según las fuentes, camiones para el traslado de tropas y excavadoras entraron esta medianoche en el aeropuerto bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y según añadieron, las excavadoras avanzaron hasta llegar a la pista, donde arrasaron el lugar y arrancaron varios árboles cercanos.
El aeropuerto permanecía cerrado desde el principio de la segunda intifada, hace más de un año, y sólo el presidente de la ANP, Yasser Arafat, lo usaba cuando viajaba al extranjero.
Asimismo, tanques israelíes, camiones para el transporte de tropas y excavadoras entraron anoche de nuevo en las localidades cisjordanas de Ramala y Nablús y tomaron posiciones en las dos poblaciones. Se trata de una nueva ocupación de zonas de estas localidades clasificadas como áreas bajo el control de la ANP, y según afirmaron las fuentes, el Ejército israelí está planeando permanecer algún tiempo en esos lugares.
La situación fue calificada como de "extrema tensión" por fuentes palestinas.
Horas antes, el ejército israelí había bombardeado la oficina de la presidencia palestina en Gaza, el cuartel central de policía y la gobernación de Jenín y un edificio en Belén, en la más fuerte incursión militar desde el estallido de la intifada, el 28 de setiembre de 2000.
Helicópteros israelíes también destruyeron dos helicópteros rusos en la ciudad de Gaza, cerca del cuartel general de Arafat, que eran utilizados por el presidente de la ANP para sus viajes entre Gaza y Cisjordania.
El cuartel general de la policía palestina en Jenín y las oficinas del gobernador de esta región autónoma, en el norte de Cisjordania también fueron atacados.
Al mismo tiempo, un edificio de la ANP fue bombardeado en Belén y el ejército israelí bloqueó todas las ciudades autónomas, con el sobrevuelo de aviones de combate sobre territorio palestino, prohibiendo las entradas de personas y vehículos.
La ANP reaccionó con cautela: exhortó a todos los movimientos palestinos a respetar el "total cese del fuego" con Israel y reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU para que obligue a que "cese la agresión israelí". El documento acusa a Israel de haber desencadenado "una guerra total contra los palestinos" y exige al Consejo de Seguridad de la ONU que "detenga urgentemente la agresión israelí y envíe observadores internacionales a los territorios".

Respaldo de Bush

La administración del presidente George W. Bush dio ayer su aval a la represalia de Israel después de los atentados palestinos de los últimos días, que causaron la muerte de por lo menos 25 israelíes y heridas a 200, y consideró a Arafat responsable de la espiral de violencia.
El premier Ariel Sharon acusó, en un discurso a la nación, al presidente de la ANP de haber fomentado la ola terrorista que se abatió sobre Israel en los últimos días. "Arafat es el responsable de lo que está ocurriendo", subrayó Sharon. "El optó por una estrategia de terrorismo y esperó alcanzar éxitos políticos mediante muerte y terrorismo".
Según Sharon, la guerra terrorista le fue impuesta a Israel y "deberemos pelearla. Será una guerra nada fácil y larga, pero venceremos".
Sharon habló a la prensa en su oficina pocos minutos antes de emprender una dramática sesión de gobierno nocturna.Antes de entrar, el ministro de Finanzas Silvan Shalom, del Likud, preanunció que quiere que el gobierno se exprese sobre la necesidad de "Alejar a Arafat de los territorios".Pero, por lo que parece, las decisiones principales fueron ya tomadas ayer en un encuentro de tres entre Sharon, Benjamin Ben Eliezer (Defensa) y Shimon Peres (Relaciones Exteriores).
Según fuentes cercanas al gobierno, Sharon volvió de Estados Unidos decidido a destruir las estructuras de la ANP, pero sus compañeros laboristas de gobierno se opusieron.Estos sectores afirmaron que se trataba de un salto cualitativo para ellos inaceptable en la política del gobierno y pusieron en evidencia el riesgo de una crisis de gobierno.
Peres, según estas fuentes, agregó que desde hace tiempo la diplomacia israelí esperaba que las presiones occidentales y árabes obligaran a Arafat a manifestarse en contra de las organizaciones radicales. El momento tan esperado, habría sostenido Peres, finalmente llegó y sería un pecado dejarlo escapar.
Sharon no se dejó convencer, sin embargo, e insistió en lanzar un ataque militar contra objetivos de la ANP para demostrar que ella es considerada por Israel corresponsable de la ola terrorista (EFE/ANSA)

Sharon no hará concesiones

Jerusalén (EFE).- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, expuso anoche a su Consejo de Ministros su nuevo plan de lucha antiterrorista tras los últimos atentados palestinos, de los que acusó de forma directa al presidente palestino, Yasser Arafat, en un discurso a la nación.
"El Consejo israelí de Ministros estudia una serie de medidas que desencadenarán un serio escalonamiento de las actividades militares contra las organizaciones islámicas palestinas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP)", dijo uno de los comentaristas de la televisión pública.
En su discurso a la nación, que ya ha sido calificado de "declaración de la guerra" por los palestinos, el primer ministro israelí habló de "una guerra que se nos ha impuesto", con referencia a estos y otros atentados, y aseguró que librará una lucha sin cuartel contra los responsables.
"Israel perseguirá a los autores hasta capturarlos", aseguró Sharon, quien agregó que "si Arafat no puede hacerse responsable (de los territorios bajo su jurisdicción), que deje el cargo a otro".
"Arafat es el responsable de todo lo que sucede aquí y el principal obstáculo a la paz en la región. Lo hemos visto en el pasado, en el presente y lo veremos en el futuro, pero esta vez no le permitiremos que nos engañe", agregó, sin revelar el más mínimo detalle de su plan antiterrorista.
"Aquél que trate de asesinarnos lo pagará con sangre", subrayó el primer ministro, quien ayer indicó que "Israel elevará el nivel de sus respuestas" contra los palestinos a raíz de estos atentados.

Respaldo de Bush

Estados Unidos reaccionó ayer con mesura a las represalias de Israel contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por los atentados del fin de semana, pero dejó claro que es su líder, Yasser Arafat, quien tiene en su mano mostrar que su lucha contra el terrorismo es verdadera.
"Esta es una oportunidad real para que el presidente (de la ANP, Yasser) Arafat, demuestre que actuará en contra de los terroristas, que pedirá responsabilidades por los brutales ataques contra Israel", dijo hoy el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Afirmó, además, que "Israel tiene derecho a defenderse y el presidente (de EEUU, George W. Bush) lo entiende claramente. Israel tiene un Gobierno soberano. Israel decidirá como proteger su seguridad. Israel tiene el derecho de vivir en seguridad". Bush se reunió el domingo con el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y condenó con firmeza esos ataques que ponen en peligro los esfuerzos mediadores de EEUU en el proceso de paz.

La ONU reconoce los derechos palestinos

Naciones Unidas (EFE).- La Asamblea General de la ONU volvió ayer a reconocer el derecho del pueblo palestino a tener un Estado independiente en una sesión que estuvo marcada por la ola de violencia desatada en Oriente Medio.
El órgano más representativo de la ONU adoptó seis resoluciones sobre el conflicto entre palestinos e israelíes y sirios e israelíes, que no aportan nada nuevo, pues son aprobadas desde hace décadas.
Todas fueron aprobadas con holgadas mayorías en favor de los derechos palestinos y de los sirios sobre los Altos del Golán, aunque quedaron matizadas con las declaraciones de condena de los ataques terroristas perpetrados por integristas suicidas.
Una de las más importantes es la titulada "Arreglo pacífico de la cuestión de Palestina", que fue aprobada por 131 votos a favor, 6 en contra y 20 abstenciones y reconoce una vez más el derecho del pueblo palestino a tener un Estado independiente.
Otra de ellas es la titulada "Jerusalén", que fue aprobada por 130 votos a favor 2 en contra y 10 abstenciones, declara ilegal toda la legislación promulgada por Israel desde 1980, deplora que algunos Estados hayan trasladado a la Ciudad Santa sus misiones diplomáticas y les exige que las retiren.
Pero pese a contar con esas mayorías, las votaciones tuvieron intervenciones de países que como Canadá se abstuvieron porque "la resolución no reconoce suficientemente la violencia infligida contra los civiles en ambas partes." Tras recordar los atentados de las últimas horas y la respuesta israelí posterior, un representante canadiense afirmó que "ambas partes tienen que tomar las medidas necesarias para acabar con la violencia".
Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Naser al-Kidwa, explicó que las autoridades palestinas tomaron una serie de medidas extraordinarias sobre esta cuestión, incluida la declaración del estado de emergencia. Sin embargo, recordó que "hoy helicópteros israelíes han disparado muchos misiles en las cercanías de la oficina del presidente Yasser Arafat y atacaron y destruyeron dos helicópteros de la autoridad palestina. Ayer las fuerzas de ocupación asesinaron a cinco palestinos."

Análisis: Los "duros" toman el control

Los intensos bombardeos y la ofensiva terrestre realizadas ayer por las tropas israelíes fueron un adelanto de las medidas que adoptará el gobierno de Ariel Sharon, en busca de que los palestinos se decidan a combatir el terrorismo integrista
La posible expulsión de Arafat como presidente de la ANP es uno de los asuntos candentes que analizó anoche el gobierno de coalición nacional, en el que la derecha y los laboristas amenazaron con dimitir.
La derecha israelí exige desmantelar la ANP y exiliar al presidente palestino, algo a los que los laboristas se oponen de forma tajante.
El ministro de Exteriores, el laborista Simón Peres, ya ha advertido de los peligros de una decisión de esa naturaleza.
Sustituir a Arafat puede agravar aún más el conflicto, advirtieron también los palestinos, quienes recordaron que la alternativa puede ser el Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), autores de los ataques suicidas.
"Si alguien cree que el alejamiento de Arafat traerá la paz a la región está equivocado, a pesar de la difícil situación en el terreno y la desesperación en la que viven ambos pueblos", subrayó el ministro palestino Hisham Abdelrazek.
De esta forma, los bombardeos contra Gaza capital, Jenín y Belén -en los que el Ejército usó cazabombarderos F-16 por segunda vez desde que estalló la "Intifada de Al Aksa"- y la reocupación temporal de alguno territorios pueden ser una estratagema de Sharon para tratar de aplacar a la derecha y conservar su gobierno.
"No es un ataque contra Arafat, ni su casa ni su oficina. Es un claro mensaje para que éste combata el terrorismo", dijo Raanán Gisin, portavoz del primer ministro israelí.
"El ataque tuvo por objeto limitar la libertad de movimientos de Arafat, al menos en forma simbólica", dijeron fuentes militares israelíes.
Fuentes próximas a Sharon revelaron que en estos días habrá un ataque frontal contra las instituciones de gobierno de la ANP y sus símbolos nacionales, si bien el plan no contempla su completa destrucción ni la eliminación física del presidente palestino.
En ese sentido, el primer ministro quiere trazar una línea de separación entre Arafat y la ANP, sobre los que dijo son hasta ahora "una misma cosa". Pero la aplicación de esas medidas de castigo de forma prolongada puede acabar con uno y con la otra, advierten los observadores.
Sin conocerse aún con certeza las intenciones de Sharon, de lo que no parece haber dudas es que el primer ministro israelí ha cerrado ayer la puerta, de forma definitiva, a un arreglo político que lleve la firma de Yasser Arafat. (EFE/ANSA)

Foto: (Una imagen del cuartel de Arafat después del bombardeo.

     
     
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