·La Fundación

El grupo se origina en un grupo de amigos que se propusieron ayudar material y económicamente al servicio de Guardafauna que por entonces realizaba en el río Bonito, tareas de desove y resiembra con mucho esfuerzo pero escasos recursos. Una gran riada que se llevó las trampas de reproductores y todo lo que había fue lo que los decidió a ponerse en movimiento.

En setiembre de 1996 se constituyó la Fundación, los socios, que son poco menos de cien, abonan una cuota mínima aunque los hay en la categoría “benefactores”, que aportan 1.000 pesos anuales. Con esos fondos autogestionados fueron, de a poco, construyendo la planta de reproducción asistida y sede social, de prolijas instalaciones y hermoso entorno, justo a la orilla del río Bonito.

En lo técnico, realizan el trampeo, desove, incubación y resiembra de alevinos de salmónidos.  Lo que buscan con ello es contribuir a la preservación del recurso en una región donde el turismo de verano depende en gran medida de quienes llegan solos o en familia, para practicar la pesca deportiva.

Otra parte importante de la tarea que llevan adelante es la educación, en dos sentidos: concientizar a los adultos en contra del furtivismo e involucrar a los niños de la más tierna edad en los procesos de siembra; de ese modo no solo transmiten el interés conservacionista a sus padres sino que en el futuro cuidarán aquello de lo que formaron parte.

·Captura e incubación

 El proceso completo se desarrolla entre abril y octubre. Comienza con la colocación de una reja - trampa que atraviesa todo el ancho del río. Por estos día ya han comenzando a trepar el curso las truchas fontinalis y marrón y más adelante lo harán las arco iris.Capturadas con delicadeza por el personal de la Fundación, machos y hembras son retenidos por separado hasta el punto de madurez sexual cuando se provoca artificialmente la fecundación con una tasa del 90 por ciento de éxito, muy superior a la natural.Luego las ovas son depositadas en bandejas de incubación hasta que nacen los alevinos (peces muy pequeños) que más adelante son liberados en lagos y ríos. Hasta que están listos para ser retirados de esos confortables lechos, la medición se hace en grados. Cuando alcanzan los 350 es el momento apropiado y han transcurrido poco más de tres meses. El porcentaje de sobrevivencia fue del 83 por ciento en 2003.Entre los proyectos que tienen figura la incorporación de temperatura adicional al proceso, lo cual permitiría reducir el ciclo y duplicar la incubación de ovas a 1.400.000 por temporada.